La ofensiva de los Char más allá de Barranquilla arrancó en 1984 cuando no había nada más lobo que escuchar un vallenato en Bogotá. Esa poderosa música del Caribe parecía estar restringida solo a empleadas del servicio. Sin embargo hubo un pequeño escándalo, un placer culposo que nadie reconocía disfrutar, era Mambaco de Irene Martínez. Subrepticiamente la gente llamaba a una emisora costeña que acababa de arribar a Bogotá y se llamaba Olimpica Estéreo.
A pesar del éxito pocos podían augurarle larga vida. Por lo general las emisoras del Caribe no funcionaban en la fría Bogotá. Olimpica había sido creada en 1969 después de que Miguel Char le compró la emisora Cadena Radial del Caribe a Franco Bossa. Al principio Marco Aurelio Alvrez tenía unos programas de noticias sobre todo lo que pasaba en la Costa pero en 1974 arranca Olímpica con una programación que se convirtió en el símbolo de las fiestas en Barranquilla y Cartagena. Después de consolidarse en la Costa decidieron emprender la aventura bogotana.
Un cuarto estrecho, unos muebles y unos discos prestados, algunos rallados, un dj que tenía el swing pero que no aspiraba otra cosa que conquistar a los doscientos mil costeños o hijos de costeños que vivían en la capital. Después del éxito de Mambaco se lanzaron otras canciones infaltables en cualquier fiesta: Coroncoro, o El marido de Josefa. A mediados de los ochenta el hombre clave de los Char en la ciudad era Alberto Suarez quien duraba hasta la madrugada armando listados de canciones.
Treinta y cinco años después ninguna emisora le compite a Olimpica Stereo en todo el país, incluidas las grandes ciudades. En la actualidad son 1.596 emisoras que se disputan una audiencia potencial de mas de 41 millones de personas. La superioridad de Olímpica Stereo en el país es tan abrumadora que de las 12 ciudades capitales más importantes es la que más se escucha en 10. Paradójicamente pierde en Cartagena en donde manda La Reina y en Cali donde no se baja desde hace más de dos años Tropicana.
La estrategia para apoderarse de la audiencia nacional fue empezar a hacer conciertos multitudinarios, en ese sentido Olimpica fueron pioneros. El primer concierto que programaron fue en la media torta de Bogotá con la desaparecida agrupación newyorkina Los Vecinos. Otro de los artistas que Olimpica sacó de gira fue a Cuco Valoy quien en los ochenta era todo un ídolo. Lo mismo hizo con Diomedes Díaz a quien no sólo ayudó a consolidar su leyenda programando su música sino que organizó mucho de sus conciertos de la era dorada cuando estaba al lado de su acordeonero Juancho Rois.
Es casi inevitable que al subirse a un taxi no esté sintonizado Olimpica Stereo. Sus jingles navideños acompañan cada casa colombiana. Nadie como esta emisora costeña ha sabido interpretar mejor el sentir y el sabor del colombiano promedio. Por algo sigue siendo la número uno de audiencia.