Siempre he pensado que la música, los libros y las películas de alguna manera llegan a ti porque debe ser así, de forma inexplicable. En algún sentido esa visión da magia a encuentros inusitados con experiencias artísticas que te conmueven o emocionan.
La película Okja ha sido tal vez una de esas oportunidades que me ha permitido cuestionarme acerca del amor, la compasión y la humanidad.
Estrenada en competición en el Festival de Cannes 2017, la cinta suscitó un revuelo mediático primordialmente por ser producida por el gigante corporativo online Netflix, que acorde a su sistema de difusión de contenidos, efectúo su lanzamiento al público masivo en su plataforma y no en cines.
Las criticas divididas se enfocaron no en la temática de la cinta, sino en su sistema de llegada comercial. Pedro Almodóvar, director español y presidente del jurado de este año en Cannes, fue acérrimo en sus cuestionamientos sobre cómo el cine debe verse en salas y no en plataformas streaming. El revuelo generó que la directiva del prestigioso festival cinematográfico francés prohibiera a partir del próximo año la competición de películas producidas y estrenadas al público general bajo este sistema.
Más allá del todo contexto, sin duda Okja es una película mágica, su director el coreano Bong Joon - Ho, crea un fabula llena de emocionalidad y de valor hacia temas tan relevantes y polémicos como la industria alimentaria, el irrespeto a la naturaleza, el activismo y sociedad de consumo.
La historia surge cuando Mirando Corporación, multinacional Norteamericana de alimentos, decide efectuar experimentación genética con animales e implantarlos hábitats normales de diferentes partes del mundo, proceso que durará 10 años y tendrá como engañosa premisa, la mejora en la producción alimenticia mundial. Okja será uno esos pequeños animales que crecerá en una tradicional granja de los campos de Corea, al cuidado de la pequeña niña Mija y de su abuelo granjero.
Luego de una tranquila década acontecida, el particular proyecto tendrá un macabro trasfondo para el animal Okja, que la pequeña Mija su incondicional amiga, intentará evitar a través de inusitadas aventuras y momentos, que contará con grandes aliados y poderosos enemigos.
La historia tan hermosa como cruel, plantea metafóricamente cómo los humanos hemos pisoteado nuestra naturaleza incluyendo los seres que habitan en ella, la película tiene un inmejorable elenco encabezado por la impresionante Tilda Swinton, los actores Paul Dano, Jake Gyllemhaal y la fantástica niña surcoreana Seo –Hyun Anh
Es importante que el cine como expresión artística, además de entretenidos momentos, también nos permita en algunas ocasiones, reflexionar sobre nuestra existencia y desarrollo como especie, Okja tiene eso y mucho más, es una película valerosa que debe verse.
Es de resaltar contraponiendo la idea sesgada de Almodóvar, que también es fascinante como de alguna manera ha cambiado la difusión de contenidos visuales en el público masivo gracias a plataformas como Netflix y particularmente, lo maravilloso que resulta para los cinéfilos el poder apreciar en casa films de gran calidad estrenados tan recientemente en festivales, que muy difícilmente son puestos a exhibición en salas de teatros comerciales, lo que limita su observación con mucho tiempo de posterioridad a través de la piratería especializada de cine alternativo.
Siempre valdrá la pena ver cine y Okja será una grandiosa oportunidad de hacerlo.