Por estos días los que están acostumbrados a destrozar la moral de Alvaro Uribe andan felices que porque va a salir una serie que lo acabará moralmente. Detrás de eso hay un señor que se dice ser perseguido por Uribe, que lo quiere matar. Hasta el momento no sé que Uribe haya mandando a matar a cualquier periodista, a los que si les dio duro fue a los terroristas de las Farc. Parece que todos estos muchachos que están aplaudiendo sin haberla visto la serie Matarife no se acuerdan cuando estas guerrillas nos tenían en un confinamiento obligado en las ciudades. Nadie podía salir. El que salía a la carretera lo secuestraban. Eran tiempos difíciles, es que los vecinos, todos, eran permisivos con los grupos de izquierda: Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Correa en Ecuador, era una cortina de hierro y Uribe la venció.
Ojalá nos gobernara otro matarife con los cojones bien puestos. Así le dicen de manera injusta, sólo por su mano dura con los violentos. Ojalá volviera un tipo con la fortaleza de acabar, él sólo, un grupo terrorista. ¿Se imaginan qué les pasaría a Iván Márquez y al ciego Santrich si Uribe fuera presidente? Las Farc les tenían terror a Uribe por su decisión. Ahí estarían estos dos terroristas en bolsas de plástico. No tendría la incompetencia de Duque, antes que el diálogo vendría la guerra. Señores pacifistas mamertos, sean conscientes de algo: para que un grupo terrorista se siente a negociar lo primero que tienen que hacer es doblegarlos militarmente. Por eso los de las Farc tuvieron que sentarse con Santos porque la Seguridad Democrática los acabó a punta de bombardeos, por eso fueron corriendo como los cobardes que son a pedirle ayuda a Santos.
Si, necesitamos un tipo con la determinación de acabar con el terrorismo de izquierda radical. Mano dura con los violentos y amor y compromiso con el pueblo. Ese es mi Álvaro Uribe Vélez.
