Conocidos los nombres de los participantes en las comisiones de empalme designadas por el presidente electo Gustavo Petro, no deja de inquietar el de Carolina Corcho al comando del sector salud. Médica siquiatra, activista y líder gremial, se dio a conocer al intervenir ante la opinión pública como vicepresidenta de la Federación Médica Colombiana, uno de los sindicatos que alzó la voz por las condiciones de muchos trabajadores de la salud antes y durante el coronavirus. Aunque para algunos su nombre es nuevo, recordemos que fue durante la pandemia de covid-19 que Corcho ganó renombre por sus incesantes debates en redes sociales, aupada por quienes la apoyan, frente a quienes cuestionaron sus polémicos planteamientos en contra del papel de las EPS, el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), entidades a las que califica de “intermediarios más costosos, ineficientes y corruptos del sistema de salud”.
No hace mucho Carolina Corcho se hizo célebre por lanzar por redes la engañosa “cifra de muertes evitables”, según su parecer adjudicables a nuestro sistema de salud. Publicación que mereció el fuerte reproche en redes del actual ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, del Dr. Andrés Vecino, experto e investigador de sistemas de salud en la Universidad Johns Hopkins y del exsecretario de salud del alcalde Peñalosa y director de la EPS Savia Salud, Luis Gonzalo Morales, quienes la dejaron muy mal parada en cuanto al pobre rigor estadístico y frágil fiabilidad de la información que ella estaba difundiendo. Curiosamente, de quien recibió la más vehemente de las réplicas, por la descalificación que cargaba implícitamente, fue del Ex Ministro Alejandro Gaviria, con quien en la actualidad comparte puesto en comisión de empalme, quien hoy dice tener convergencias en materia de salud, con el mismo Gustavo Petro que prometió en campaña acabar con las EPS… ¡Cosas de la política!
No se puede olvidar que la Dra. Carolina Corcho nos sorprendió en su momento, supuestamente hablando como médica, en reconocidas cadenas radiales, prestando apoyo al paro nacional con un polémico concepto que indicaba que, salir a las aglomeradas marchas convocadas en plena pandemia, no generaba riesgo de aumento de contagios y de muertes, justo en la horrorosa época de máxima tensión generada por movimientos insurreccionales, que no tuvieron miramientos en actuar en medio de la peor catástrofe mundial, generando zozobra en la población. Infortunadamente para muchos, los reportes del sector salud no tardaron en desmentirla: No solo aumentaron los contagios sino las muertes.
Lo expuesto hasta aquí nos lleva una conclusión inevitable: Carolina Corcho es una combativa activista y sin duda una fogosa líder sindical, pero dista de ser una rigurosa experta en salud pública. Lo cual, si bien es una condición respetable, no deja de ser preocupante si llega a confirmarse su nombre como ministra de Salud.
Sus intervenciones públicas en YouTube y sus trinos en twitter, testifican sobre el voluminoso argumentario, reaccionario y violento, desplegado contra el pilar de un sistema que, desde la Ley 100 de 1993, gracias a la sentencia de la Corte Constitucional T-760 de 2008, a la Ley 1755 de 2015, y la Resolución No. 2292 de 2021, podemos decir que, ha ido evolucionando favorablemente.
Desconociendo lo anterior, la propuesta que ha divulgado la médica activista ha sido una especie de plan “corchete” de estatización progresiva del servicio de salud. La propuesta de reforma que parte de su ideario, que Petro ha respaldado y sostenido en sus debates, es la de prescindir de las EPS y que sea el Estado quien asuma las funciones que la Ley ha designado a las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Nada más ni menos que algo similar al antiguo sistema corrupto e ineficiente del Seguro Social. “La idea es que continúen los mismos prestadores del servicio (IPS), que son en un 80% del sector privado y fortalezcamos la red hospitalaria pública”, ha sostenido Corcho en varias de sus intervenciones.
Sin que neguemos los desafíos que aún tiene el SGSSS vigente, es del caso destacar que desinforma la Dra. Corcho cuando afirma que las EPS son solo intermediarias financieras, ya que las Entidades Promotoras de Salud (EPS), son responsables del pilar mayor del sistema de aseguramiento, de la afiliación y sobre todo, de garantizar la prestación del Plan Obligatorio de Ministerio de Salud y Protección Social a los afiliados. Si se prescinde de las EPS quedaremos a merced de los políticos de turno, manejando los recursos y el pilar administrativo del servicio. Recordemos que cuando se crearon las EPS, lo que se pensó fue en un sistema de libre mercado de colaboración público-privada, (contrario al encorchetado sistema estatal), que fuera eficiente y estuviera desligado del clientelismo y la corruptela.
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Los ricos se irán a un sistema elitista de aseguramiento privado, la clase media y los sectores deprimidos, quedarán sometidos al desdén y a la corruptela del manejo de los políticos
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¿A dónde nos conduciría la propuesta de la Dra. Corcho? A un sistema dramáticamente desigual, donde los ricos se irán a un sistema elitista de aseguramiento privado, al que se sumarán la mayoría de las IPS actuales, y la clase media junto a los sectores deprimidos, quedarán sometidos al desdén y a la corruptela del manejo de los políticos en la red pública.
Al prescindir de lo que llaman "intermediación financiera", al referirse a las EPS, lo que buscan es usar, los fondos de la seguridad social para bancar y fortalecer la red pública, pero por esa vía sin duda destruirán todo el sistema. No es un dato menor el hecho que los problemas de clientelismo y corrupción, típicos de la descentralización, tienen asidero en la mayoría de los hospitales públicos. Todo el mundo sabe que la administración por parte de los políticos de los hospitales públicos, es una de las más grandes manchas y cargas del sistema.
¡Ojalá no se encorchete nuestro Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS)! Es uno de los pocos del mundo que cubrió la covid-19 con vigor y solidaridad. Nadie puede decir que se arruinó al tener que pagar servicios de salud por causa de la pandemia, como ocurrió en otros países. Colombia alcanza el 99,6% de la cobertura del aseguramiento universal, con una distribución de 24.399.839 personas en el Régimen Contributivo y 24.745.934 en el Subsidiado. El Sistema se ha venido consolidando al cierre del actual Gobierno en frentes estructurales en beneficio de la población colombiana tales como aseguramiento, gasto de bolsillo, oportunidad en el acceso a medicamentos y tecnologías en salud y atención en salud a migrantes.
Ejecutar la propuesta de la posible ministra nos haría retroceder, ojalá el ministro de Hacienda designado, también en este sector, propicie que se revisen las propuestas de campaña, con la experiencia de otros países que ven nuestro sistema con admiración, como bien sabe el doctor Ocampo. Estaremos atentos...
@sergioaraujoc