En enero del 2014 Falcao jugaba con su equipo el Mónaco un partido por la copa francesa con un conjunto de la cuarta división. Ertek, un profesor de origen griego que jugaba al futbol ocasionalmente le entró al delantero de manera desleal, rompiéndole los ligamentos de su rodilla. La tragedia para Falcao es que los 8 meses de recuperación a los que se vio sometido lo sacaban de su sueño dorado: jugar un mundial con Colombia.
Fueron años de pesadilla. Falco tenía 28 años y había pasado de ser el mejor delantero del mundo a un jugador cualquiera que despreciaban equipos como el Chelsea y el Manchester United. Pero cuando nadie creía, él lo puso todo y ganó.
Las lesiones se cebaron contra el Tigre de Santa Marta pero el jugó una a una con base al trabajo y las fue venciendo. Hoy tiene 36 años y después de su poco afortunado paso por Turquía, recayó en el Rayo Vallecano, uno de los clubes de pensamiento más anarquista y de izquierda del mundo. La región del Rayo es única y han visto hoy cómo nacía para ellos un nuevo Dios, uno que nació en Santa Marta y lleva en la espalda el numero 3 como homenaje a su papá que murió de un infarto hace 3 años mientras jugaba tenis.
Uno de los más humano de los dioses que fue capaz de volver a hacer un temible goleador a pesar de tener sus rodillas destruidas.
Este fue el gol con el que debutó en el equipo español en la mañana del 18 de septiembre del 2021:
Por quinta vez @FALCAO debuta con gol y hoy anda suelto en Vallecas… Sus goles son promesas! ⚡️ 🐅 @RayoVallecano pic.twitter.com/y5BZzz8OD4
— Andrea Guerrero (@AndreaGuerreroQ) September 18, 2021
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