En cuestión de minutos se hará realidad algo que soñamos desde hace mucho tiempo: que el mejor técnico de la historia del fútbol nacional entrene a la selección. Rueda es capaz de hacer cualquier cosa que se proponga y su trabajo en los equipos en los que ha jugado, incluidos la selección de Chile y también el Sao Paulo, ha dejado buenas impresiones entre sus jugadores. Con Chile los resultados no fueron los mejores porque ese país vive una transición de generación muy complicada, el recambio no aparece y por eso es que, aunque ganaron dos copas Américas en los últimos cinco años, no pudieron clasificar al último mundial.
Sin embargo hay algo en la actitud de los jugadores de la selección en las últimas dos goleadas que produce mucha desazón y es el comportamiento, la actitud de varios referentes. Uno de ellos es James quien habría peleado incluso porque le dieron la camiseta 10 a Stiven Alzate. Además el no ser capitán contra Uruguay generó roces con el cuerpo técnico. Por eso hay versiones que afirman que a Queiroz lo traicionaron sus propios jugadores, sus referentes como James.
Ya sabemos del carácter de James. Es una estrella con el balón pero cuando lo pierde no tiene el sacrificio que debe poseer un volante en la actualidad. Y ante el menor requerimiento James tiene fama de estallar, de malgeniado. Así que Rueda deberá manejar con calma a la fiera y darle gusto. Eso si, tampoco puede descuidar al resto de su plantilla que podría enojarse al ver el trato diferenciado que tienen con el cucuteño.
Así que Reinaldo debe manejar con las pinzas con las que se maneja a una diva al mejor jugador de todos los tiempos. O que no lo convoque. Rueda tiene un manejo de grupo tan importante que pudo manejar en Chile los egos de Vidal y Alexis Sánchez. Deberá a hacer lo mismo con un jugador que tiene muy mala fama con sus técnicos.