Estimados oyentes, ¡bienvenidos a nuestro programa! En el día de hoy, tenemos a un personaje que ha estado dando vueltas en las noticias como polilla en bombillo, por lo que él alega que es un montaje, de modo que muy gentilmente, él ha accedido a contestar de una vez por todas la pregunta, ¿es él o no es él el hombre del video? Doctor OIZ, los micrófonos son suyos.
No, ni de confianza que fuéramos, para decir yo de entrada que esto es mío, de ella o de él. ¿Para qué soy bueno?
Doctor OIZ, puede contestar usted la pregunta que todo el mundo se está haciendo, ¿es usted o no el hombre del video?
Órale no más, eso mero mismo es lo que yo me pregunto, porque, mire no más, anda uno por ahí distraído en cualquier oficina y le montan un montaje, que oiga esto, que mire estas chuzadas, que huela estos pinchos, que si damos un golpe o que si nos van a golpear… pos, no hay derecho. Porque, mire a ese cristiano, haciéndose pasar por mí, en verdad el chamaco se parece, pero, ¿cómo voy a ser yo? Yo soy impío, inmarcesible, imberbe, y mire al gangrenoso ese que aparece en la pantalla, “que violemos en dos la ley, que espiemos al vecino, que enredemos las redes sociales”, ya van notando la difierencia, ¿no?
Pero, doctor OIZ, ¿es usted o no es usted el del video?
Pero tampoco, no me la ponga tan de prisa, que eso hay que estudiarlo, hay que llamar a algún doctor de esos que fornican pruebas para que mire el pinche video y diga: “no, mire no más, que aquí le recortaron esto y le sumaron el doble de cero que dividido por sí mismo es infinito o no se puede”. ¿Ya la van viendo como es o mejor me explico otra vez?
¿Se acuerda usted de haber estado en esa oficina, sentado en esa silla, mirando esas pantallas y recibiendo información secreta?
Yo acordarme debidamente, como en el verbo deber, que se conjuga en la tercera persona tridimensional “yo debo, tu prestas, él paga”, pos no voy a decir que sí o que no, porque como dijo el poeta, “hoy somos y mañana tampoco”.
Doctor, OIZ, permítame hacerle de nuevo la pregunta, porque parece como si usted no quisiera responderla. ¿Es usted, sí o no, el hombre del video?
Pos, mire no más, que todo depende del ángulo por donde se mire o no se mire. Como puede que usted sepa o no sepa, hay ángulos obtusos, confusos y difusos. Si uno cierra los ojos y mira, así como de ladito, pos qué va, que el chamaco hace buen papel, ¿no le ven como pinta de Marlon Brando en el Padrino? Y hablando de cine, díganme chatos, ¿qué películas así como buenonas han visto últimamente?
Entonces, usted no niega ni afirma que el hombre que aparece en el video sea usted…
Pos, eso de afirmar las negaciones me parece algo muy negativista. Vea no más, que meterse uno de negativo o de vegetativo trae consecuencias serias. Ayer no más le decía a mi tía Edelmira, alma bendita que en paz descanse, ¿ya se tomó su cholatito?
Doctor OIZ, nuestros oyentes quieren saber su respuesta, ya que las acusaciones en su contra son bastante serias. ¿Se reconoce usted en ese video, son esas sus palabras, es esa su voz, son esos sus gestos?
Pos, reconocerme así como cuando uno se mira en el espejo, tampoco, porque, ¿no han notado que en los espejos todo sale al revés? Miren esos comerciantes que ya ni para hacer un espejo bueno sirven. Es que vean no más, ya no hacen los espejos como los hacían antes, ahora son adulterativos, para engañar al probe, al necesitado de imagen, al sediento de mirarse par ver si él es él o si lo están engañando con otra. Por eso el bolero de Gardel, me viene a encolación. “Estas son, las mañanitas, que cantaba, Javier Solis, hoy por ser tu…”
Pero, ¡doctor OIZ!
Pero, mira chata, ya hemos perdido 35 minutos en esta pinche entrevista y nada que me preguntas de los substancial, lo tangencial, lo umbilical…
Estimada audiencia, con esto termina nuestro programa. Han escuchado ustedes las esclarecedoras palabras del doctor OIZ, candidato del antro antipático para la presidencia de nuestro consentido, exprimido y aturdido país. ¡Tengan todos muy buenas noches!