“A lo lejos se ve, mi pueblo natal…” “oiga, mire vea…” “estas son algunas famosas estrofas de canciones tarareadas por los caleños para contagiar a todo el mundo, seducirlo e invitarlo a disfrutar Cali, la capital del Valle del Cauca que además de bailar salsa, huele a caña, suena a marimba, sabe a marranitas, pandebono, cholao, lulada y es la capital cultural del suroccidente colombiano.
La ciudad se convirtió en capital del Valle del Cauca desde el 16 de abril de 1910. El Centro Histórico mezcla un sinnúmero de emociones, olores, sabores y diferentes culturas. Este emblemático sector, que cuenta historia e identifica a los caleños, está comprendido entre la Calle 5 y la Calle 13 y entre la Carrera 1 y la Carrera 10.
Allí, en los recorridos habituales de los caleños y visitantes se pueden conocer el Museo La Merced y la Iglesia del mismo nombre. Al caminar unas cuantas cuadras, se llega al edificio del Banco de la República, una estructura arquitectónica moderna que guarda valiosas colecciones de arte y piezas prehispánicas de la región Calima.
A unos cinco minutos de la sede del Banco de la República, está el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, escenario tradicional que acoge espectáculos de danza, teatro y música con artistas locales, nacionales e internacionales. Al frente del Teatro se encuentra el Centro Cultural de Cali, del famoso arquitecto Rogelio Salmona (q. e. p. d.)
Tras un trayecto corto en medio de edificios de oficinas, almacenes, vendedores informales y restaurantes que ofrecen todo tipo de platos, se llega a la famosa Plaza de Cayzedo con su catedral de San Pedro. En la Plaza palpita uno de los corazones de la ciudad y tienen cabida las palomas, los enamorados, los turistas, los artesanos, viejos amigos y transeúntes que cruzan en todas las direcciones y a diferentes velocidades.
Algunos se dirigen hacia el vecino Bulevard del Río sobre el túnel de la Avenida Colombia y se programan para visitar la icónica Iglesia La Ermita, el Edificio Coltabaco construido en 1934, declarado bien de interés cultural en 1969 y patrimonio urbano arquitectónico en 1993.
En esta zona cerca de La Ermita, también está el Teatro Jorge Isaac construido en 1931 y declarado monumento nacional en 1984. A unas cuantas cuadras del Teatro está la llamada Plazoleta Jairo Varela y el Museo en honor del hombre que compuso la canción Cali Pachanguero que despierta el espíritu y mueve los cuerpos de los caleños en cualquier lugar del mundo donde estén porque Cali, sus habitantes y escuelas han convertido a la ciudad en la capital mundial de la salsa.
La salsa, una tradición de décadas
La salsa es reconocida en Cali como resultado de una evolución cultural desde la década de los 50 hasta la actualidad. La ciudad ha sido testigo y escenario de manifestaciones y expresiones populares y familiares que la han posicionado en el mundo como la salsa caleña y se vive intensamente.
La ciudad ofrece espectáculos con montaje escénico y teatral, visitas a museos de salsa, recorridos por sitios de salsa o la oportunidad de aprender a mover el esqueleto como solo un caleño puede hacerlo con su estilo de baile propio, práctica, saberes y tradiciones que hoy son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, declarado en julio de 2022, exhibido especialmente en las discotecas exclusivas para los salseros.
La Feria de Cali cada fin de año y los espectáculos campeones entre las preferencias de los visitantes e imperdibles son Delirio, Ensálsate, El Mulato Cabaret, los cuales ofrecen un montaje escénico y teatral en la Cali Nocturna con “luces de esperma que al fondo se divisan…Titilantes igual que estrellas en el cielo...”
El barrio Obrero, cuna de la pasión salsera
La historia de la salsa tiene sus raíces en los barrios más populares de Cali como lo es el barrio Obrero con grilles y discotecas que en su momento fueron ‘tiendas de barrio’ y que por exigencia de la clientela evolucionaron hasta convertirse en una pasión.
El centenario barrio Obrero, fundado en 1919, no es solo tradición, es también una obra excepcional del turismo comunitario que merece ser visitada, caminada, mirada y escuchada a través de lugares especiales como el Museo de la Salsa, Pa Borojol, La Matraca, Nelly Teka, El Chorrito Antillano y Melassa Club, entre otros, los cuales resaltan por su historia y experiencia salsera.
Allí, encuentra bailadores de la vieja guardia, degustaciones de productos tradicionales, la historia de la melomanía, un taller de percusión, paredes decoradas con afiches, fotografías, autógrafos, instrumentos, atuendos y demás obras de arte de vieja data.
En las ‘salsotecas’ ubicadas en todas sus avenidas principales, hay decenas de discotecas especializadas en este género. El parque del barrio Alameda y el Barrio Obrero son las zonas con mayor cantidad de establecimientos donde sólo se ‘azota baldosa’ al compás de la salsa sin importar si es o no es caleño, porque reciben a todos con los brazos abiertos.
Qué hay para comer, degustar y saborear
En la gastronomía de Santiago de Cali, algunos platos típicos más representativos son: el champús, el cholado, el pandebono, las empanadas, las marranitas, los aborrajados, la lulada, el chontaduro, la chuleta de cerdo, el sancocho de gallina y los tradicionales alfeñiques.
Estas son algunas de las delicias que, sumadas a las recetas ancestrales, guardan los secretos de varias generaciones de la tradición culinaria del Pacífico colombiano y ahora son famosos también el arroz con longaniza y queso; el chontaduro con miel y sal o el mango biche con limón.
Se pueden conseguir en las plazas de mercado o aprender a prepararlos en las escuelas de gastronomía donde también se comparten dulces, bebidas y derivados de la caña azúcar.
Desde 2019, la ‘Sucursal del Cielo’ integra Délice, la gran red culinaria que tiene 31 ciudades miembros en tres continentes con el objetivo de vincular la alimentación y la gastronomía al desarrollo, promoción y bienestar integral de las ciudades.
Délice Network prioriza y da protagonismo a la gastronomía como un eje de gran impacto a nivel social y económico de las ciudades que hacen parte de la red y Cali fue la primera ciudad de Suramérica en ser sede del encuentro anual en el año 2022 por lo que se ha ganado la condición de ser una ciudad Délice.
Las zonas gastronómicas por excelencia en la ciudad son: Granada que ofrece cocina nacional e internacional; San Antonio, en el centro histórico de la ciudad se destaca por sus casas llamativas llenas de color, patios grandes y excelente comida.
El Peñón es conocido por los conceptos modernos y clásicos; en Pance se consigue sancocho de gallina, fiambre y café de alta calidad. La Galería Alameda es el espacio popular abierto donde se comercializan productos frescos, adicional a comida preparada con el sabor del Pacífico.
En las canchas Panamericanas por la Calle 9 se puede disfrutar el cholado, bebida tradicional; en el Parque del Perro se puede caminar y comer delicioso en cualquiera de los restaurantes de la zona. En Ciudad Jardín, zona más al sur de la ciudad, también hay propuestas al aire libre, en centros comerciales y terrazas interesantes para disfrutar de buenos momentos y aprovechar con excelentes sabores.
Si aún no sabe por cuál decidirse, hay varios Tours Gastronómicos de las agencias de la ciudad donde lo llevan, lo traen y pasa un tiempo delicioso. Uno de ellos es Cali: cocinas, de voz a vos que ayuda a explorar la oferta o armar su propia ruta gastronómica entre calles, ríos y parques de la ciudad.
El encanto transformador de Siloé en la Comuna 20
Organizados en 14 colectivos de ciudadanos, los habitantes de Siloé en la Comuna 20 de Cali, le apuestan al turismo comunitario, realizan visitas guiadas por sus barrios y cuentan historias sobre cómo han logrado transformar las vidas de anfitriones y huéspedes en esa zona.
Esta labor alegre y cálida con rutas que se pueden disfrutar tales como la Ruta Isabel Pérez, La Estrella, Salsa al Mirador, La trepatona, Siloé's Tours que realiza la misma comunidad, los ha hecho merecedores de varios reconocimientos.
La estrategia turística comunitaria, por ejemplo, fue reconocida en los premios ‘Sustainable Tourism Awards de Skål International’, la cual destaca las mejores prácticas de turismo sostenible y responsable en todo el mundo.
En el país, la iniciativa social ‘Turismo al Barrio’ de la Comuna 20 fue exaltada en la categoría ‘Mejores Prácticas en Turismo Social’ en el marco del Índice de Competitividad Turística Regional del Centro de Pensamiento Turístico de Colombia (Cptur) en innovación, relevancia, eficiencia, sostenibilidad, replicabilidad y participación de la comunidad.
Con entusiasmo y en bicicleta, puede disfrutar la tradición cultural de los llamados diablitos de Siloé y las delicias de la gastronomía local. En las mañanas puede utilizar los espacios deportivos y a cualquier hora, “oiga, mire, vea” los murales y monumentos que relatan las experiencias de vida de la comunidad y ya hacen parte de las narrativas locales.
En ello coincide el Gobierno del Cambio. Por eso, desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y el Fondo Nacional del Turismo (Fontur), le apuestan al turismo comunitario como eje movilizador de la economía popular y la construcción del tejido social alrededor de una cultura de paz.
Disfruta el canto de las aves
La capital del Valle del Cauca es un territorio con una gran parte rural. Tiene 15 corregimientos, llenos de biodiversidad y mucha vida. Cali cuenta con 61 humedales y en la ciudad se pueden observar más de 562 especies de avifauna.
La vía San Antonio lo lleva hasta el cerro de La Horqueta, famoso no solo para realizar observación de aves, sino también por las prácticas ciclomontañismo y senderismo. En la zona del Saladito también hay oportunidad para tomar leche de chiva o consumir el famoso ‘tanganazo’, bebida artesanal elaborada a partir del mismo producto.
Felidia es otro de los lugares espectaculares para ver pájaros. Está ubicado a 16 kilómetros de la zona urbana de Santiago de Cali, en un recorrido en vehículo de aproximadamente 35 minutos. Su población se compone por 1.900 habitantes y la temperatura oscila entre 4°C en el páramo y 18°C en la parte media.
No deje de ir al corregimiento de Pichindé que forma parte del corredor turístico vuelta a occidente y es otro de los quince corregimientos que conforman la zona rural de Santiago de Cali, conformado por tres veredas (Peñas Blancas, Loma de la Cajita y Pichindé cabecera). Ofrece alojamiento rural, senderismo, avistamiento de aves, agroturismo y gastronomía típica y turismo comunitario. Anualmente realizan la tradicional Fiesta de Verano.
Imperdibles destinos de naturaleza en Cali y sus alrededores
El Parque Nacional Natural Farallones es emblemático en la ciudad como área de conservación y para prácticas de turismo de naturaleza.
De los Farallones se puede bajar a Pance, un gran parque lineal conocido como el Ecoparque, lugar obligado para hacer senderismo y darse un baño de río con agua limpia que viene de las montañas.
Otro de los atractivos naturales icónicos es La Estrella que dispone de espacios para la conservación como el Embalse seco de Cañaveralejo donde además se promueve la preservación y cuidado de las fuentes hídricas.
En la Vuelta de Occidente, la ruta de la montaña y en todos los corregimientos en general hay lugares propicios para prácticas de senderismo, observación de flora y fauna, educación ambiental, agroturismo y contemplación con amplia oferta de servicios ecoturísticos.
El Mariposario con 500 especies, la reserva Andoke Bichacue Yath, el Bosque Colibrí, el Jardín Botánico recientemente inaugurado son otros destinos de naturaleza en Cali se complementan con el Parque del Acueducto, los humedales Charco Azul y los ecoparques Tres Cruces que acogen a todos siempre para que vaya y compruebe que “Cali luz de un nuevo cielo” como le cantan los caleños.
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