El blanco esta vez del Ejército de Liberación Nacional fue una patrulla militar encargada de la seguridad de los comicios electorales del resguardo indígena Bachira. El ataque que cobró la vida de 11 soldados del Ejército y un patrullero de la Policía se presentó en zona rural de Güicán (norte de Boyacá) cuando al paso del pelotón que transportaba los votos de la vereda Bocotá hasta el casco urbano fue detonada una carga explosiva. El ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó, además, la desaparición de dos soldados, un policía, dos delegados de la Registraduría y un guía indígena de la comunidad U’wa y los operativos en su búsqueda.
Es el tercer ataque del ELN en la semana electoral. En Anorí (Antioquia) un soldado murió luego de ataques de esta guerrilla horas antes que se diera inicio a la jornada electoral. En zona rural de Teorama (Norte de Santander), la activación de un campo minado por parte del ELN, dejó herido a otro militar. La ofensiva del grupo guerrillero se da en el marco de las exploraciones de diálogos de paz con el gobierno nacional, conversaciones que podrían estar en riesgo si continúa el recrudecimiento de los ataques.