Supongo que escribir sobre este tema es redundar en una realidad que lleva años y que solo en escenarios muy traumáticos o informado por figuras publicas se viraliza y quizás se termine haciendo algo.
Soy aquel que como muchos compatriotas, ve imágenes y videos en redes sociales, donde se exalta un mal comportamiento, un abuso de poder, un mal procedimiento o simplemente un suelazo en el piso de un actor vial. Y dentro de tanto comentario critico, ofensivo y burlesco, siempre prevalece algo muy difícil de entender.
Ninguno de los que a diario nos enfrentamos a las vías, salimos con la intensión de matar o lesionar a alguien… pero lo que muestran esas imágenes no son nada consecuentes con dicho pensamiento, ya que la mayoría se dan, por hacer caso omiso a una señal de transito, exceder la velocidad o pese a las multas y sanciones legales que tiene conducir con tragos en la cabeza, lo siguen haciendo.
Si vemos cifras oficiales, los hechos viales ocupan un deshonroso primer lugar y lo mas absurdo de esto es que somos nosotros, quienes podemos reducir dicha cifra. De nada sirve campañas de sensibilización y manejo preventivo, si en el orgullo propio de cada individuo, creemos siempre tener la razón, no aceptar que quizás si nos equivocamos y que como colombianos echados pa’lante podemos solucionar la situación sin llegar al insulto o a la agresión.
No mas muertes, no mas lesionados es un compromiso de cada uno de nosotros y NO de aquellos que llenos de títulos y experiencia sin realidad de país, pretenden reducir estas cifras a base de restricciones, inmovilizaciones y traumáticos procesos administrativos para desestimar el uso del vehículo privado y embutirnos (literal) en un servicio público cada vez mas agonizante y decadente.
La vida es valiosa, recuerda que alguien en casa te espera para recordarte cuanto te ama.