La viceministra de Infraestructura, Olga Lucía Ramírez, señaló que “se aprobó la prefactibilidad de la iniciativa privada (IP)) denominada Sistema Aeroportuario de Bogotá D.C. - SAB 2050.
De acuerdo con un informe de la comisionista de bolsa Corredores Davivienda citando a Portafolio, esta hoja de ruta coincide con la propuesta hecha por Odinsa (filial de concesiones del Grupo Argos) que el pasado 27 de diciembre recibió su primer visto bueno.
Agregó la funcionaria que “en la aprobación se anunciaron los requisitos mínimos que deberá atender el originador y se estima sea presentada en mayo de 2021”.
El valor del proyecto sería de $30,9 billones, de los cuales $9,3 billones irían a construcción y adecuación de obras, y los otros $21,6 billones serían para inversión en operación, mantenimiento y demás gastos operativos.
La suma es alta, ya que se plantea que la concesión dure 30 años y vale aclarar que sería totalmente diferente a la que hoy tiene Odinsa en El Dorado I, a través de Opaín.
Esto se haría a través de cuatro fases. Primero, se expandirían las terminales y plataformas actuales. En segundo lugar, se construiría una tercera pista, “permitiendo así continuar el crecimiento de las operaciones”. Sin embargo, la cosa no termina allí.
Mientras sube la demanda, se haría una nueva terminal, con el fin de pasar allí la operación de aerolíneas de bajo costo y regionales.
Y al final, se realizaría la “construcción de un segundo aeropuerto complementario de una pista, ubicada entre Madrid y Facatativá, que atienda las necesidades de demanda a largo plazo”, explicó Odinsa.