Los políticos cualesquiera que sea en Colombia lo niegan todo, aunque haya videos, conversaciones telefónicas, facturas que los implica, fotografías y denuncias por parte del pueblo. Son tan evidentes que se atreven a decir sin remordimiento – no lo conozco, no sé quien es, nunca he tenido tratos con el fulano etc. Con acompañamiento de abogados corruptos que cobran millones de pesos para dilatar procesos y achacarles enfermedades que le den casa por cárcel.
Estas transmutaciones políticas son visibles en presidentes y ex presidentes, congresistas y alcaldes regionales, concejales y gobernadores, ministros y ex ministros, cobijados por conductas no transparentes ante la fiscalía y entes de control, y que disparan a los entes fiscalizadores al ser investigados por mala conducta al apropiarse del erario y recibo de prebendas para concretar transacciones con empresas extranjeras o nacionales que se ha dado en llamar coimas o simplemente dividendos por debajo de la mesa.
Inaudito, que la justicia y el gobierno nacional y entes de control, se hagan de la vista gorda sobre negocios no transparentes de funcionarios sin integridad ni conducta moral, como ANI, Planeación Nacional que modificó el documento Conpes 3817 para darle vía libre a la obra Ocaña – Gamarra a Odebrecht. CORMAGDALENA, con empresas impúdicas -Dónde la pasaba el presidente de la corporación en su momento, para que hiciera negocios transparentes y no por debajo de la mesa-. Me imagino que adjudicando proyectos a dedo con el aval del ministro de turno –Dónde se encontraba el ministro- y los presidentes, -Qué venda invadió a los presidentes Uribe y Santos- cuando ex senadores como Otto Bula haciendo lobby ante comisiones tercera, cuarta y sexta (económicas) con expedientes judiciales desde 1990, y que reaparece en 2013 para que se adjudicara y adicionara exacerbados montos presupuestales, en favor de empresas transnacionales como Odebrecht para que siguieran con millonarios negocios a escondidas en el país, y así cubrir las coimas que les beneficiara las cuentas en el exterior para que no tuviesen problema con el sector financiero nacional.
Si las investigaciones de la justicia norteamericana contra Odebrecht no hubiese llegado a Colombia por contratos tanto del ex vice ministro García Morales de transporte en gobierno de Uribe quien recibió soborno de 6.5 millones de dólares y ex congresista lobista Otto Bula testaferro de Mario Uribe Escobar, que recibió pagos por 4.6 millones de dólares en 2013 para que promoviera e influyera ante políticos de las cámaras la adjudicación, del tramo Ocaña – Gamarra, el gobierno colombiano seguiría tapando hechos tan morbosos protagonizados por estos grandes constructores brasileños –llamado por Uribe como confianza inversionista- y empresas con proyectos con la Corporación Autónoma CORMAGDALENA quien tiene adjudicadas 45 concesiones portuarios desde 1993 y solo 7 cumplen las condiciones del contrato. Según su presidente 24 no ha hecho absolutamente nada, nada es nada.
Y los funcionarios que desde 1993 al 2016 de CORMAGDALENA que adjudicaron las concesiones portuarias porqué no se han investigado o al menos se les dio muerte política…, solo hasta ahora por el escándalo Odebrecht. Quiere decir que, a la fiscalía, procuraduría, tribunales, jueces, al ejecutivo y sus carteras, Contraloría General de la República y periodismo investigativo, se han dado al tape tape, nada más que para no desterrar la famosa frase de Uribe desde 2002 “Confianza Inversionista”. Reficar es un modelo del tape tape, ministros, presidentes de Colombia, senadores y otras plagas que corren al erario, están el tape tape. Interbolsa por igual salen por vencimiento de términos. El concejal poderoso de Bucaramanga y gerente de la terminal de transportes que debería inhabilitarse por ser concejal y gerente, en 12 años no ha tenido ningún problema.
Entrando a concluir, así se haga consejos anti corrupción, reformas tributarias para adelantar proyectos del gobierno, supuestas donaciones para el postacuerdo, si es que los países cumplen, presupuestos que no incluyen sino excluyen, gestión crediticia a la banca multilateral y se endeude el país, de nada servirá cualquier programa porque el dinero del pueblo se quedará por el camino, nunca llegará a quienes lo necesitan. Más aún, se escucha en los pueblos cuando hay elecciones de alcaldes y concejales que dicen: Vendo la casa y el carro, pero sé que en cuatro años soy millonario. Desde que no se cambie el chip de pensar que ser político en un gran negocio, Colombia seguirá en corrupción total con sus funcionarios, tanto en la empresa privada como la pública.
¿Cómo se cambiaría el modo de pensar? Educación gratuita e incluyente, volver a la cartilla de Urbanidad, empleo bien remunerado, aboliendo el salario mínimo y hacerlo por sectores económicos, centros de recreación para todos, vivienda digna, no la que están entregando, salud por doquier y muchas otras que debe inventar el gobierno según las necesidades de la población.