(por: Nicolas Gaviria)
Muy probablemente usted no sepa, que yo desciendo de la execrable alcurnia iberica del siglo 13, que osó cruzar el Atlántico en pos de encontrar la ruta occidental de las Indias y que por casualidad desembarcó en medio del mito de un amotinamiento ad portas, por un viaje largo y palúdico.
Esa misma ralea que luego se cruzó con los nativos "descubiertos" y que formó una nueva raza sumisa y amable en la sobriedad , pero arribista y sobrada en la ebriedad, que reclama la importancia que sus carencias sublima.
Tal vez usted no haya oído hablar que soy criollo, como la gallina y la papa, pero que cuando me pongo bravo, me sale la alcurnia del gallo deportivo (le coq sportif) y de la papa francesa, que aunque no conquistaron a mis antepasados, tienen la gloria de ser sus vecinos.
También le recuerdo que soy colombiano, pero que eso es algo de lo que no puedo hacer gala en mi propia patria, y que cuando tengo la oportunidad de hacerlo en el exterior, tampoco lo hago, porque entiendo que ha habido otros mas famosos que yo, de los que deriva el por qué en muchas partes me discriminan o rotulan.
Espero que algún día me recuerde y sepa que yo soy un inmigrante, que nací en Colombia por casualidad y que agradezco a Dios por no haberme castigado naciendo en el Chocó o cualquiera de nuestros míseros puertos pacíficos y que tengo un tío famoso, que no me conoce tampoco, y que tampoco hizo nada para que el Chocó deje ser esa tierra olvidada por gobernantes y políticos.
Finalmente prometo fielmente empezar a hacerme conocer como un joven promisorio empresario, que tomando unos tragos, decidí salir del anonimato, luego de mas de 500 años de historia.