Hoy quiero hablarles de algo que resulta en una de las más feroces e históricas peloteras en el balompié, como es, conquistar el acceso, la equidad y la igualdad en un espacio que se creía equivocadamente, como un área exclusiva de varones. Sí señores y señoras, hablaremos de algunos recientes eventos que revelan cómo el Futbol femenino se hace un espacio para siempre en la humanidad.
En Portugal, en el 2022, estalló el escándalo en la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) cuando jugadoras del plantel de Rio Ave acusaron al DT Miguel Alfonso, de enviarles mensajes íntimos en la temporada 2020-21. Las deportistas no lo denunciaron cuando este era técnico de las víctimas, aun así, su silencio no se tomó como una aceptación tácita de las agresiones.
La Federación Francesa de Fútbol (FFF) no se queda sin un lugar en la historia por la igualdad de la mujer, pues en febrero de este año, una representante de las jugadoras denunció al presidente de la Federación Noël Le Graët, por acoso y comportamiento inapropiado hacia las jugadoras, acusación que ocasionó su dimisión.
En el deporte Mexicano se conoció el caso de la entrenadora Maribel Domínguez, denunciada por acoso y por lo que fue retirada de su cargo como DT de la Selección Mexicana Femenil Sub-20. Es que los victimarios de violencia sexual pueden ser hombres o mujeres, lo que tienen en común, como veremos en todos los casos, es que el abuso utiliza el temor reverencial que inspiran, la confianza que les depositan las subordinadas y la posición de garante que se espera de los directivos.
Igualmente, en el fútbol estadounidense las jugadoras Sinead Farrelly y Meleana Shim de “The Athletic” denunciaron por el acoso sexual originado por Paul Riley, entrenador del “North Carolina Courage”, quien las obligaba a tener actos sexuales entre ellas o con él, a cambio de evitarles ejercicios. Tras la acusación, Riley fue despedido de inmediato del equipo y suspendido permanentemente por parte de la NWSL.
Cuando Riley, para defenderse dijo que la mayoría de las acusaciones eran "completamente falsas", la sororidad de las demás jugadoras obligó a suspender los partidos de ese fin de semana, presionando así, el fin del actuar desconsiderado del exentrenador.
En Brasil, jugadoras del club brasileño Santos acusaron al técnico Kleiton Lima de propiciar tratos inapropiados, el injustificado no uso de ropa interior dejando ver los genitales, faltas de respeto, vocabulario indebido y machista, bromas ante las lesiones de las jugadoras, acoso visual y verbal con respecto a los cuerpos de las futbolistas y tocamientos indebidos. Ante estas acusaciones, el club aceptó la renuncia del técnico tras haber emitido un comunicado de prensa el pasado 7 de septiembre en el que advertía la apertura de una investigación.
En Colombia, en el año 2021, Didier Luna ex director técnico de la selección femenina sub – 17, acepto su responsabilidad por actos de acoso sexual desplegados contra la fisioterapeuta Carolina Rozo por hechos acaecidos durante las concentraciones de la Selección Femenina desde diciembre de 2017 y hasta marzo de 2018.
El extécnico fue finalmente condenado a 28 meses de prisión tras la aceptación de su responsabilidad en relación con el acoso que desplegó contra la fisioterapeuta, a pesar de que la valiente Carolina Rozo, aporto pruebas de otros acosos desplegados sobre las jugadoras. Sin embargo, el condenado Didier Luna, realizó previamente un preacuerdo con la fiscalía, en el que se determinó que asumiría la condena por el delito de injuria por vía de hecho, (ofensas al honor) y no por acoso sexual y laboral, por lo que, 28 meses de prisión simbolizan en la historia del futbol Colombiano, la primera condena contra un soberbio dirigente del futbol.
En España, el pasado mes de marzo se conoció otro escándalo de abusos ocasionados por el señor Randri García. El denunciado técnico del Alhama Club de Fútbol es delatado porque, el 27 de marzo de este año envió a todos los teléfonos celulares de las jugadoras, imágenes sexuales, en las que aparecen desnudos junto a otros hombres integrantes del plantel.
Ahora bien, la altanería de Luís Manuel Rubiales Béjar al negarse a renunciar a la presidencia de la Real Federación Española de Futbol, por besar a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación del reciente campeonato mundial; se convirtió en una cuestión de Estado y en referente mundial.
Frente al reclamo público por haber besado en la boca a la jugadora, pues ello no es una típica forma de celebración en el deporte, el vigesimosexto presidente de la RFEF públicamente se retractó y pidió disculpas, pero cuando la presión por su renuncia aumentó, entonces usando la antiquísima estrategia de minimizar los hechos, decidió escampar haciendo gala de su inmodestia revictimizando a la capitana del equipo Jenny Hermoso.
Rubiales Béjar ya había pasado por encima de las quejas de las jugadoras, cuando por ejemplo ignoró el reclamo que a tiempo hicieran las 15 jugadoras de la selección española que pedían cambios de fondo en la Federación, y como sucedió en Colombia, sencillamente, “por razones técnicas” se prescindió de ellas, prescindiendo el antecedente de la liga de EE. UU., en el que la protesta de las jugadoras sí consiguió la atención del cuerpo dirigente.
Rubiales Béjar obró con arrogancia cuando públicamente anunció que: “…no dimito y no dimito…”, a pesar del antecedente francés en el que, el hoy expresidente, sí renunció. Para colmo de males, el victimario acudió al argumento de que el beso fue consensuado y para ello, manifestó que no hubo oposición o denuncia y que después del ósculo, hubo comentarios e hilaridad al respecto; incluso, con un video quiso hacerlo ver así, olvidando el precedente Italiano y el Colombiano del 2021, pues fue precisamente, por andar asediando y pidiendo besos, que condenaron al extécnico colombiano Didier Luna.
¿Será que Jenny Hermoso no podía revocar el consentimiento silencioso que se observa cuando fue besada? La respuesta es que sí puede. Ninguna víctima está preparada para ser atacada y, además, ella, como capitana del equipo y jugadora, es quien quedaba sometida a la presión social de la celebración pública y bajo la jerarquía del victimario.
Él, como en todos los casos narrados abusó de su influencia y de su poder, sometiendo a la víctima cuando, por el contrario, al ser la máxima autoridad de la federación, tenía el deber de actuar como un hombre probo, prudente, como un buen padre, cumpliendo su función de garante y no actuando como un incontrolable y lujurioso macho.
Es mejor que los hombres, especialmente los soberbios, pedantes e imperiosos, nos esforcemos por desaprender y deconstruir todo el machismo con el que fuimos criados, porque con la llegada de la mujer a espacios en los que no tenía cabida, ellas, la justicia o el escarnio público, tarde o temprano, nos harán pagar muy caro, no tratarlas con equidad, igualdad y respeto desde la diferencia, como nos revelan Alfonso, Le Graët, Domínguez, Riley, Lima, Luna, García y Rubiales, todos mordieron el polvo y ahora han quedado a los pies de las jugadoras, por lo menos judicialmente hablando.
También le puede interesar: Premio de $ 356 millones a cada jugadora, lo que deben pagar Jesurún y la Federación