Cada día vemos cómo se enfrentan entre sí los enemigos de la desigualdad social con los amigos de la competencia a muerte por acaparar las riquezas de todos, por vivir mejor que los demás y a expensas de ellos.
Los amigos de la desigualdad se han inventado varias formas de excluir a sus congéneres terrenales para disfrutar solos de innumerables privilegios, adquiridos por la fuerza, sin autorización de nadie. Monarcas, señores feudales, terratenientes, capitalistas adquirieron el poder a través de las armas y la explotación de la fuerza de trabajo ajena, arrebatándoles los bienes a los perdedores.
Actualmente lo hacen por medio del sistema capitalista, bajo la modalidad neoliberal, la cual les ha permitido concentrar en unos cuantos individuos las riquezas del planeta. Como los Estados nacionales son manejados por ellos mismos, tienen a su disposición eficaces aparatos de dominación a fin de mantener a sus pueblos sometidos, engañados, alienados. Entre esos aparatos los más dañinos son los medios de comunicación, la escuela, las iglesias y las fuerzas militares.
Para responder a los reclamos de igualdad de los de abajo, se valen de formas de organización del Estado, como la democracia actual, para hacerle creer al populacho que cada uno de sus miembros está aportando sus ideas y que el Estado las tiene en cuenta. Por ser nosotros aún muy ignorantes en asuntos de gobierno, de leyes y de justicia, nos imponen una democracia indirecta o representativa, mediante la cual escogemos nuestros voceros, la mayoría de las veces traidores y contrarios a nuestro ideal de sociedad y hasta nos convencen de vivir en una democracia participativa dizque porque somos capaces de asociarnos, de organizarnos y de ejercer una influencia directa en las decisiones públicas, participando en iniciativas populares, plebiscitos y referéndums. ¡Y qué lejana está la democracia directa!
¿Cómo podemos aceptar que el pueblo dizque participa en las elecciones en forma consciente, libre y en igualdad, cuando los votantes ni conocen a sus futuros representantes, mucho menos sus programas, si los tienen, y acuden a las urnas sólo a cambio de limosnas y falsas ofertas?
Con la palabra democracia se especula demasiado. El papel puede con todo, pero la realidad es bien distinta.
Hablando de derechos, ¿cómo puede haber igualdad social mientras no se le fije un tope a la magnitud de la propiedad privada? El derecho a la propiedad privada no puede ser ilimitado porque esta condición le permite a los poderosos arrebatarle a los demás su derecho individual a la propiedad.
Todo indica que a los humanos nos falta muchísimo para reconocernos mutuamente nuestros derechos, que seguimos aferrados al modo de pensar de los esclavistas, que los acaparadores de las riquezas carecen de la actitud solidaria para compartirlas con los humanos necesitados de ellas.
Los ejemplos abundan, pues acabamos de tener elecciones y vamos para otras. Yo describí lo que vi, ¿ustedes tienen otra visión? Y si no fue así, ¿recuerdan que se han hecho varias consultas municipales en relación con la concesión de licencias a las multinacionales para la explotación minera?, ¿cuál ha sido la respuesta del gobierno?, ¿se han respetado las consultas o no?, ¿está usted de acuerdo con robarse los erarios del país, de los departamentos y los municipios?, ¿bajar la calidad a las obras públicas a cambio de coimas o mermeladas?, ¿desplazar a los campesinos y quedarse con sus parcelas?, ¿asesinar los líderes sociales y defensores de derechos humanos?, ¿dejar morir a los niños de hambre?, ¿asesinar jóvenes para hacerlos pasar por guerrilleros caídos en combate?, ¿oponerse a que se acabe un movimiento guerrillero, legitimado por la antidemocracia, y que sigan viviendo decentemente?, ¿permitir la megaminería en los páramos productores de agua?, ¿perdonar a los magistrados, gobernantes y congresistas sus actos de corrupción?, ¿que se mueran los enfermos en las puertas de las clínicas porque los dueños de las EPS se roban el dinero necesario para su funcionamiento?, ¿que un senador o magistrado devengue 40 veces lo que un obrero de salario mínimo? Autoevalúese.
Si bien en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha proclamado tácitamente la igualdad social, declaración incorporada por la mayoría de las naciones en su Carta Magna o Ley Suprema como guía para los legisladores y como garantía para los ciudadanos con el objetivo de hacer valer sus derechos, países como Colombia muy poco han hecho por seguir el ejemplo de los que sí la han aplicado, como los países del norte de Europa. ¿Usted aprueba o desaprueba la igualdad social?
A muchos paisanos les parece que vivir en una sociedad igualitaria es un desastre. Se creen todos los cuentos contra la vida en el socialismo y creen que lo mejor es seguir siendo esclavos físicos y mentales en el capitalismo.