Hermann Nitsch tiene el cabello blanco y usa un sombrero similar al seleccionador del mundo de Harry Potter. Es alto y rechoncho, y una poblada barba cae sobre su pecho. La semejanza a un judío, a un mesías de la tradición católica o a Srila Bhakti Aloka Paramadwaiti (líder del krisnaismo) es evidente, pero es un artista y escritor austriaco reconocido por asesinar animales en sus obras y performances.
Además de Hermann, el movimiento artístico accionismo vienés, ejecutan obras grotescas, sangrientas, orgias sexuales y simulaciones de mutilaciones de genitales que generan repulsión y adoración por parte de los seguidores.
Verano de 1968, 7 de junio. Gunter Brus junto a otros artistas irrumpieron en el aula 1 del nuevo edificio de la Universidad de Viena. Habían promocionado la obra Arte y Revolución por medio de la Asociación Austriaca de Estudiantes Socialistas (SOS). Los comentarios aseguraban amputaciones en vivo y “mucha sangre”. Los estudiantes emocionados por ver un espectáculo novedoso acudieron al llamado. Más de 300 espectadores colmaban la sala, la mayoría no sabía lo que sucedía porque estaban en clase. En ese momento uno de los miembros del SOS interviene y se para en el pedestal y da una charla introductoria, habla sobre el papel del arte frente a la sociedad capitalista. De forma simultánea Muhl Lee muestra una foto sobre la familia Kennedy. Kaltenback da una conferencia sobre lenguaje corporal. Gunter Brus se desnuda y con una cuchilla de afeitar se corta el pecho y las piernas. Orina, se bebe el orines y vomita. En ese momento entona el himno nacional austriaco y defeca. A continuación se unta las heces en su cuerpo y rostro, luego se lanza al piso y se masturba. Muhl azota con un cinturón a un sadomasoquista e interpreta varios parrafos al mismo tiempo de literatura pornográfica. Tres hombres desnudos lo siguen y compiten al que orine más rápido. A continuación cogen botellas de cervezas y lanzan el líquido al público.
Posterior al acto todos los miembros fueron arrestados por “degradar los símbolos del país”. Tras estar 6 meses en la cárcel Gunter Brush escapó a Berlín con su familia.
Otto Muehl, cofundandor del accionismo vienes, participó en la segunda guerra mundial y fue soldado de la Wehrmacht. Combatió en las Ardenas y lo ascendieron a teniente en 1944. Estudio historia y arte en la Academia de Bellas Artes de Viena. En 1972 fundo una secta a la que bautizó Organización de Análisis de Acción en la finca Friedrichsof, frontera con Alemania. En aquella granja se reunieron niños, mujeres, hombres y ancianos que experimentaban con las drogas, la libertad sexual, las orgias, el libre pensamiento, la creatividad y la desavenencia de convencionalismos familiares. 600 personas convivieron bajo el mandato de Otto. El incremento de asistentes extendió la congregación. Otto compró 300 hectáreas en La isla de La Gomera y creó otra finca (cabe resaltar que la película Saló pareciera inspirarse en esta historia) Finalmente en 1991 fue condenado 7 años por pedofilia. En la cárcel impartió clases de pintura a los presos y siguió haciendo obras violentas y sexuales. Falleció en el 2013.
Hermann Nitsh es uno de los artistas vigentes más polémicos de esta época. Él, al igual que los anteriores, esta en contra del convencionalismo moral impartido por la sociedad occidental. A finales de los 50 creó el Teatro de Orgias y Misterios. En estos actos los asistentes participan en el asesinato en masa de animales y rituales paganos. Acompañado de música de Richard Wagner o composiciones propias, hace beber sangre a los espectadores, golpear a los animales hasta que se desangren y exhibe pinturas salpicadas de sangre.
“En mi teatro todo es real, los actores no juegan papeles. Quiero mostrar la realidad, la verdadera vida. Muerte, nacimiento, resurrección y amor. Pero soy dramaturgo y debo trabajar con lo trágico”, explicó el dramaturgo en una entrevista concedida a un portal mexicano.
Animalistas y defensores de los derechos humanos han criticado las obras de Hermann. Recién, en enero de este año una petición firmada por más de 5 mil personas en la plataforma charge.org, exigieron la cancelación de la obra en el Museo Jumex en México. Efectivamente cancelaron la función. Charpenel, director del museo, dijo que “la gente es muy sensible hacia cualquier expresión de violencia”. Para el 26 de febrero el director renunció al cargo de la fundación.
Por su parte, Hermann se mostró molesto y aseguró “que había perdido el tiempo y dinero”. En el pasado había explicado a los medios de comunicación que los animales que usaba estaban destinados para ser sacrificados. Además de eso, carniceros profesionales y veterinarios hacían presencia en sus presentaciones.
Existen otras obras polémicas, como las nombradas por el escritor Mario Vargas Llosa en su libro la Civilización del Espectáculo. Las expuestas acá son algunas que influenciaron en la opinión pública hasta el punto de censurarlas y condenar ante la justicia a sus creadores. El drama, la violencia, la tragedia, el gore, el sexo constituyeron un estímulo para voltear a mirar estas obras, ya sea para odiarlas o admirarlas.
@JuanCachastan
