La paranoia que ha desatado el Coronavirus ha sacado lo peor de los seres humanos, sobre todo de tantos señores bien de la capital. En el barrio Rosales, uno de los mas exclusivos de Bogotá, se presentó un hecho que fue denunciado por la propia víctima en el diario El Espectador. Edy Fonseca es la mujer, quien trabaja desde hace años como vigilante. Prestaba sus servicios en una unidad residencial del barrio Rosales cuando estalló la emergencia por Coronavirus. Sus jefes le dijeron ese 24 de marzo, día en la que empezó la Cuarentena en todo el país, que el gobierno de Iván Duque había obligado a la gente a quedarse encerrada en sus casa y por eso ella tenía que quedarse a vivir en la portería del edificio.
Un colchón inflable y una cobija le dieron para que soportara el frío. Sólo los que han dormido en colchones inflables saben lo tortuoso que es pasar una noche allí. Edy no pasó una noche sino todo un mes. El sitio donde durmió lo acababan de desinfectar porque tenía una invasión de ratas. Le dieron 15 mil pesos diarios para los tres golpes. Por miedo a perder su trabajo la vigilante aceptó. La denuncia completa la publicó El Espectador y se puede ver en este enlace