El 12 de octubre del 2016, la gobernación de Arauca celebró el CONVENIO 346 con el CONSEJO NACIONAL DE ARTES Y OFICIOS CONAF. Este tiene el valor de $ 1.560.000.000 millones de pesos y un plazo de ejecución de 60 días. Además, su objeto es la construcción del monumento de conmemoración al bicentenario en el departamento de Arauca, el cual será ubicado en la redoma de la Avenida Quinta, vía puente internacional, donde se encontraba el monumento a la Tierra del Joropo.
Con preocupación y asombro, los habitantes de la capital de Arauca han sido testigos que luego de más de 190 días después de la firma de dicho convenio, las obras están totalmente paralizadas. Al día de hoy solo tiene un avance estimado del 30 %, y lo único que se puede observar es una mole de cemento y unos cientos de kilos de varilla. Estos empiezan a generar los primeros cuestionamientos al gobernador Ricardo Alvarado Bestene, que tiene un oscuro pasado con la realización de este tipo de obras. Allá en 1992, cuando tan solo fue alcalde del municipio de Arauca, se le culpa del robo del Pájaro el Arauco, monumento representativo de esta ciudad, y que cuentan nuestros ancestros que era hecho en su totalidad en bronce, hoy solo tenemos un Arauca en yeso, sin saber el rumbo del pájaro de bronce.
El INVIAS le ordenó al actual mandatario suspender la obra. Esto debido a que es realizada sobre una vía de carácter Nacional y afecta el corredor que conecta la capital del departamento con el puente internacional José Antonio Páez, el cual une a Colombia con Venezuela. Además, esta obra no cuenta con los permisos pertinentes para ser construida y según estudios de INVIAS le quita visibilidad a los transeúntes. Igualmente, no se puede olvidar que la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquia) solicitó suspender la obra por no contar con los permisos adecuados, que son fundamentales.
Con una serie de accidentes que corroboran la tesis de INVIAS y con una negativa agonizante de Corporinoquia, donde los procesos de permisos nunca avanzan, y con un rotundo no de INVIAS, lo más seguro es que esta obra sea otro elefante blanco más. Es probable que se pierdan más de 1.560.000.000 millones, los cuales habrían podido servir para inversión social, reparar el dique perimetral o invertir en viviendas. Al final, lo que queda totalmente claro, es que la única obra del mandatario local, la cual la impuso a capricho, resultó ser un fiasco total.