Desde las elecciones de 2006 cuando Carlos Gaviria dio la sorpresa electoral con la segunda votación a la presidencia y la escogencia de 10 Senadores y 8 Representantes a la Cámara del Polo Democrático Alternativo (en representación de la izquierda) esta corriente política ha presentado inicialmente una tendencia creciente y luego estable en términos de la cantidad de curules obtenidas en el Congreso.
Así, para 2010 se eligieron 8 senadores y 5 representantes; para 2014 decrecieron a 5 senadores y 3 representantes y para 2014 mantuvieron la representación en el Senado con 5 integrantes y decrecieron en la Cámara de la Representantes con 2 congresistas.
En las elecciones a Congreso, la Coalición del Pacto Histórico logró elegir 20 senadores y 25 representantes a la Cámara, para un crecimiento de más del 500% respecto al pasado Congreso, donde eligieron 7 congresistas.
Si bien es cierto el Pacto no es netamente de izquierda radical, sí congrega sectores del centro, la centroizquierda y la izquierda estricta. La verdadera victoria de las consultas internas es la que obtuvo la coalición de centroizquierda, con la mayor votación al Congreso de la República y la consulta más votada con casi 6 millones de votos.
Sin embargo, los resultados no son del todo alentadores, sumando los resultados del Pacto Histórico y la Coalición Centro Esperanza al Congreso, no son suficientes para garantizar las mayorías en el Congreso que permitan hacer cambios estructurales en el país fácilmente.
Si las otras fuerzas alternativas que no lograron pasar el umbral como Fuerza Ciudadana y Estamos Listas se hubieran congregado en una misma lista o hubieran sido parte de una de las dos coaliciones ya mencionadas, seguramente el congreso contaría con unos 5 o 7 senadores y varios representantes más alternativos.
Es decir, si Petro llega a ser elegido como presidente de colombianos tendrá una ardua tarea para negociar con las mayorías del Congreso los cambios estructurales que Colombia requiere.
En ese orden de ideas, otra de las sorpresas del Pacto Histórico son los resultados de Francia Márquez. Para quienes critican las consultas, el solo hecho de que Francia haya podido participar y sacar la votación ya pagó todos los gastos que implican los procesos de consultas.
Los resultados de Francia —más de 700.000 votos y la tercera candidata más votada en consultas, por encima de políticos ya conocidos como Fajardo y Romero— son un hecho sin precedentes para la historia electoral de Colombia.
Pero lo que más llama la atención de Francia no son sus resultados electorales, ya que ella representa esas mayorías de la Colombia olvidada, sino su capacidad política para entender los momentos y actuar pensando en el colectivo, más que en ella como individuo.
Se supone que uno de los acuerdos del Pacto Histórico era que el segundo en la consulta seria la fórmula vicepresidencial y a pesar de que todos los medios han presionado tratando de atacar a Petro para que cumpla este acuerdo, la misma Francia en su primera entrevista manifestó que no la desvela la vicepresidencia, ni ningún cargo en particular; por el contrario ella trabaja por el cambio en Colombia y si eso implica ceder el espacio como fórmula vicepresidencial, ella no tiene apegos con eso.
La posición de Francia tras pasadas las elecciones fue sumamente sensata, permitiendo que la coalición evaluara qué era lo más conveniente para que finalmente fuera designada como fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro.
De tal forma, con la llegada de los Verdes el Pacto Histórico está construyendo a una coalición para el cambio del país desde el Congreso, pero que debe trabajar de la mano con las demás fuerzas alternativas para lograr mayorías incluso desde ya para lograr elegir a Petro presidente.
Aunque la abstención no disminuyó, sí se registró presencia de ciudadanos que generalmente no votaban, por ejemplo, en el Valle del Cauca se lograron 5 curules por el Pacto a la Cámara de Representantes y en Bogotá 7, resultados que nadie se esperaba.
De igual forma, se consolida el liderazgo de Francia como un nuevo actor político a quien muy seguramente veremos como vicepresidenta o ministra en un gobierno del Pacto Histórico y muy seguramente como candidata a la Gobernación de su departamento o nuevamente a la Presidencia de Colombia en unos años.
El trabajo que hay por hacer de aquí a primera vuelta es mucho y no se puede bajar la guardia para garantizar los cambios que el país requiere.