Hoy tengo el deseo de adaptar ciertas ideas éticas sobre el actuar del comunicador social desde el ámbito publicitario. Mi intención es extender un poco más el panorama planteado en el texto Ética del comunicador profesional de Jesús Morales León, puesto que con la llegada de los medios digitales, las redes sociales, el e-commerce, Facebook y Google Ads, nuevos escenarios y políticas con respecto a la publicidad han llegado para quedarse y evolucionar.
La publicidad a través de los medios y plataformas digitales ha causado una revolución a lo que el mercado se refiere, no solo por la cantidad de personas que logra captar, sino porque también cualquiera puede crear publicidad hoy en día. No tienes que ser profesional en marketing, estudiar comunicación social, ser periodista o economista para llevar a cabo un plan de publicidad que puedes pagar incluso a 5 dólares para lograr atraer tráfico a tu marca. Esto da paso a que se puedan cometer un montón de faltas a la ética profesional en cuanto a la propaganda se refiere, recurriendo a publicidad engañosa, o a la ahora popular técnica del clickbait y la publicidad escondida por influencers, que con utilizar un producto (sin anunciar que es publicidad) mueven masas para que sus seguidores hagan compras, sin ni siquiera haber probado el producto realmente; esto sin mencionar las grandes empresas que utilizan esta nueva ola del la sostenibilidad y el cuidado por la naturaleza a tal punto de crear publicidad que se ha denominado ya greenwashing.
Ahora bien, la pregunta es: ¿qué regulaciones han tomado las plataformas con respecto a esto? Sí, porque ya no se trata de que un profesional que conozca el campo y sus límites haga propaganda antiética, el problema ahora es que como cualquier individuo puede hacerlo, tiende a caer en una falta, simple y llanamente por ignorancia; por eso redes sociales como Facebook que ha sido cuestionada múltiples veces por vender datos personales de sus usuarios a terceros para la mayor eficacia de los anuncios, ha lanzado políticas para regular los ads que se salen de un entorno ético, siento ellos muy exigentes y sancionando muy fuerte a los anunciantes con acciones ilícitas
Estas pautas van en contra del uso de la marca Facebook desde su escritura hasta su utilización en ciertos anuncios con contenidos engañosos, hasta la prohibición de contenidos sexuales para llamar la atención, en total son 30 normas que prohíben cierta clase de contenidos y muchos otros que entras en proceso de restricción, Facebook hace un estudio de la publicidad que deseas ofertar, tanto del caption como de la pieza gráfica y si tu contenido es tildado como antiético, tu cuenta comercial será bloqueada de por vida, puedes apelar a la decisión de Facebook, pero también no tener éxito o a alargar por mucho tiempo el proceso; y esto solo en esta plataforma social, en Google pasa igual, puesto que la tendencia actual que genera millones de dólares es el e-commerce, la rentabilidad de los anuncios en Google es indispensable para el posicionamiento de una web o landing page, por eso a diario y con muchas actualizaciones cada vez más el filtro para propaganda en internet es más angosto todo con evitar la falta de ética en los procesos.
En conclusión, si bien es cierto que las plataformas digitales han sido cuestionadas y juzgadas incluso hasta por gobiernos por sus malos actos en publicidad, cada vez más hay regulaciones que intentan acabar con esto. De este modo, es necesario instruir y educar actualmente a los profesionales, pero también a las personas del común que por falta de conocimiento realizan acciones que cuestionan la integridad del marketing y la publicidad.