Los noventa días de la huelga más larga que ha tenido el Cerrejón, la cual terminó el pasado 20 de diciembre, y el haber tenido que parar por 45 días en medio de la pandemia, dejaron golpeada a la compañía, que se vio forzada a enganchar formalmente a 300 trabajadores y acceder a otros beneficios laborales.
La minera de carbón anglo-australiana que tiene como presidenta desde enero de 2020 a Claudia Bejarano, está decidida a adelgazar la compañía, en medio de la crisis del carbón mundial. La multinacional les propuso a 450 empleados presentar su retiro voluntario, propuesta a la que se opuso el sindicato, en cabeza de Igor Díaz, desde donde hay amenazas de volver a paro si la intención de despidos masivos continúa en la minera.