El gobierno venezolano busca un refugio seguro para sus activos en el exterior, luego de la lluvia de sanciones que imponen Estados Unidos y la Unión Europea a la principal industria venezolana: el petróleo. Y quien mejor que su principal socio político desde los tiempos de Chávez: el gobierno de Putin. La vicepresidente Delsy Rodríguez viajó a Moscu para tomarse la foto con el poderoso canciller ruso Serguéi Lavrov y dar la noticia: la oficina de PDVSA para Europa será traslada de Lisboa a Moscú.
El gobierno Ruso está aprovechando la debilidad del régimen de Maduro frente a buena parte de las potencias del mundo para asegurar mayores alianzas políticas y convenios económicos que garanticen incluso sus activos en Venezuela, aún en un gobierno de transición.