Alejandro Ordóñez está dando sus últimas batallas desde la Procuraduría. Está ad portas de enfrentar dos decisiones adversas en el Consejo de Estado: una que podría anular su elección y sacarlo inmediatamente del cargo, y la otra a favor de Piedad Córdoba quien puede recuperar sus derechos políticos y dejar sin piso la decisión de la Procuraduría de declararle la muerte política en septiembre de 2010.
Ordóñez no se quedó de brazos cruzados. Con dos decisiones exprés salió al ruedo, primero recusó a los Consejeros de Estado Stella Conto Díaz y Alberto Yepes, para que no participen en la votación que estudia la demanda que puede sacarlo del cargo y luego anunció una nueva sanción de once meses contra otro de sus contradictores: el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Ordóñez no quiere perder el debate con el exalcalde de Bogotá y espera que el Consejo de Estado ratifique su decisión contra la exsenadora a quien sancionó por tener con las Farc, aunque la prueba en que se basó fue descalificada por la Corte Suprema en otros casos.