Este martes las temperaturas comenzaron a moderarse en el este y medio oeste de Estados Unidos, días después de que la tormenta Elliot azotara el país y causara la muerte de alrededor de 50 personas.
A pesar del pronóstico, la ventisca persiste en algunos lugares. En el estado de Nueva York, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió el lunes por la noche una declaración federal de emergencia y autorizó la asistencia del Gobierno estadounidense para reforzar los esfuerzos de recuperación estatales y locales.
A través de su cuenta de Twitter dijo: “Hablé con la gobernadora Kathy Hochul para obtener una actualización sobre el clima invernal extremo que azota a Nueva York. Estamos listos para asegurarnos de que tengan los recursos que necesitan para superar esto. Mi corazón está con aquellos que perdieron a sus seres queridos este fin de semana festivo. Estás en mis oraciones y las de Jill.”
En este estado las autoridades describieron condiciones devastadoras, en particular en Búfalo, con apagones de múltiples horas de duración, cuerpos atrapados en vehículos y bajo bancos de nieve. El personal de emergencia aún rastrea cuerpos "coche a coche" en busca de sobrevivientes.
Miembros de la Guardia Nacional junto a otros equipos han rescatado a cientos de personas, pero las autoridades han dicho que muchas más siguen atrapadas.
El comisario del condado de Erie, John García, calificó la tormenta como "la peor" que ha vivido, con periodos de visibilidad nula y autoridades incapaces de responder a las llamadas de emergencia. "Fue desgarrador recibir llamadas de familias con sus hijos que decían que se estaban congelando", dijo García.
Cientos de empleados de la compañía eléctrica intentan restaurar la energía. El jefe ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz, dijo en Twitter que alrededor de 4.500 clientes permanecían sin electricidad.
En una declaración a los medios, Poloncarz aseguró: "Nos estamos recuperando de la peor tormenta que he visto nunca, ciertamente en términos de muertes por la ira de la madre naturaleza", y afirmó que el número de muertos en Erie probablemente superaría al de la tormenta de nieve de 1977 en Búfalo, en la que murieron casi 30 personas.
Alrededor de 122.000 hogares en todo el país aún estaban sin electricidad, una cifra inferior al máximo de 1,8 millones registrado el sábado, según PowerOutage.us. Cerca del 72% de los que seguían sin electricidad se encontraban en Oregón y California. La zona fronteriza entre California y Oregón ha sufrido fuertes vientos e intensas lluvias esta semana.
Los equipos de carreteras retiraron los árboles caídos con motosierras y quitaron la nieve de al menos un carril para que los equipos de emergencia pudieran pasar por las carreteras principales.
Uno de los afectados, Jim Nowak, sentenció que durante los peores momentos de la tormenta miraban "por la ventana y soplaba tanto” que no podían “saber si se estaba acumulando la nieve”.
El hielo en las carreteras y las condiciones de tormenta también provocaron el cierre temporal de algunas de las rutas de transporte más transitadas del país, incluida parte de la autopista interestatal 70, que atraviesa todo Estados Unidos.
Se lanzó una advertencia a los conductores para que no salieran a las carreteras, incluso cuando el país llegaba a los festejos de fin de año, cuando suele haber más desplazamientos.
El meteorólogo del Servicio Nacional del Clima de Estados Unidos, Bob Oravec, apuntó que caerían cinco centímetros más de nieve en el oeste de Nueva York el martes, pero que "probablemente sea la última", y agregó: "Pronto hará calor. El jueves la máxima será de 8 grados Celsius y el sábado será de 12 grados".
Continúa la cancelación de vuelos
La aerolínea Southwest lideró de nuevo este martes las cancelaciones de los vuelos de las aerolíneas estadounidenses con 2.589 y fueron 30 veces superiores a las de Spirit Airlines, la segunda compañía con más vuelos cancelados.
También canceló 2.500 vuelos programados para el miércoles y más de 1.000 vuelos el jueves. Las acciones de Southwest cayeron un 6,3 %, hasta un mínimo de dos meses de 33,81 dólares.
La compañía tiene un horario mucho más ajustado que la mayoría de las aerolíneas estadounidenses y unos tiempos de respuesta más complicados para acomodar su red que conecta vastas franjas del país.
El fiscal general del estado de Illinois, Kwame Raoul, pidió al Departamento de Transporte de Estados Unidos que adopte normas que garanticen que las aerolíneas den alivio a quienes sufren cancelaciones y grandes retrasos no relacionados con las inclemencias del tiempo.
