La estudiante de Ingeniería Mecatrónica, Sara Jiménez, fue una de las protagonistas de la elección de José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional, puesto que su voto como representante estudiantil fue clave para que el Consejo Superior Universitario (CSU) de la institución llegara a dicho veredicto. Esto generó el rechazo por parte de la comunidad estudiantil que la llevó a ocupar el cargo y que se sintió traicionada, puesto que la mayoría le había otorgado la confianza a otro candidato en la consulta electrónica y esperaban que eso se viera reflejado en la designación final.
Sin embargo, ese rechazo terminó traspasando la barrera del irrespeto y de la intimidación, lo que llevó a Jiménez a presentar su renuncia al CSU. Decisión que anunció el 23 de marzo, pero que no llevó a cabo sino hasta un mes después y que se terminó de volver una realidad el pasado 14 de mayo cuando el órgano colegiado se pudo reunir finalmente convocado por la ministra de Educación Aurora Vergara, quien a pesar de haberse declarado impedida para vigilar el proceso, labor que ahora le corresponde al ministro de Cultura Juan David Correa, sigue siendo la presidenta del CSU según los estatutos de la institución.
Dada la necesidad de que los estudiantes cuenten con representación en el CSU, era necesario elegir a un reemplazo para Jiménez y así fue. Se llevó a cabo una votación en la que solo participaron 6.928 de los 56.673 estudiantes habilitados, quienes, por muy poco, le dieron la responsabilidad a Laura Quevedo, la única candidata que se le midió a meterse en esa vacaloca, quien le ganó al voto en blanco por 60 votos.
Quevedo es ingeniera ambiental de la Universidad Nacional y actualmente se encuentra cursando una Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo. Aunque en su cuenta de X no se ha pronunciado directamente sobre José Ismael Peña, sí que lo ha hecho sobre el proceso de elección de rector en general, llegando incluso a increpar al representante de los profesores, Diego Torres, quien ha tomado la vocería del grupo conformado por él, el exrector Ignacio Mantilla y la representante del Consejo Académico Verónica Botero, aliados del rector posesionado en una Notaría.
No obstante, la que sí se ha ido de frente contra Peña y su designación es Ana María Manrique Farfán, quien era su fórmula y quien ahora será la representante estudiantil suplente ante el CSU. Ella es estudiante de Ingeniería ambiental Universidad Nacional.
Lo cierto es que cambiarán las cargas de poder dentro del CSU que ya no cuenta con dos de los consejeros que llevaron a José Ismael Peña a la rectoría como Sara Jiménez y como Humberto Rosanía, el exrepresentante del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), puesto al que llegó el exrector de la Universidad Nacional Víctor Moncayo, quien tuvo como vicerrector a Leopoldo Múnera.
