“Pasarán a la historia las relaciones tormentosas entre dos países hermanos que comparten una gran frontera”
Las relaciones entre Colombia y Venezuela han venido deterioradas desde hace aproximadamente quince años, tiempo durante el cual en Colombia pasaron tres presidentes, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos y el actual y pronto saliente mandatario de los colombianos Iván Duque.
Pero con la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia se daba por descontado que pasarán a la historia las relaciones tormentosas entre estos dos países hermanos que comparten 2.219 kilómetros de frontera y si es cierto que no se restablecerán totalmente en el corto tiempo, no es menos cierto que por el bien de los dos países se deben dar los primeros acercamientos para que la frontera sea restablecida sin restricciones, lo que empezaría a generar nuevamente la actividad económica que se ha visto tan resentida por la equivocadas decisiones políticas que han asumido los presidentes pensando más en sus egos que en el bienestar del pueblo.
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Y por supuesto el doctor Álvaro Leyva Durán, ministro de Relaciones Exteriores designado por el presidente electo Gustavo Petro, haciendo lectura de la importancia de las relaciones entre vecinos, se ha reunido en la ciudad fronteriza de San Cristóbal, Estado de Táchira, con el ministro del poder Popular para las Relaciones Exteriores de la república Bolivariana, Carlos Faria Tortosa, encuentro donde reafirmaron los lazos históricos de hermandad y cooperación que unen a sus pueblos.
Durante la reunión los cancilleres manifestaron conjuntamente la importancia de avanzar en una agenda de trabajo que permita normalizar gradualmente las relaciones binacionales a partir del 7 de agosto, día que asumirá la jefatura del Estado colombiano Gustavo Petro Urrego, dentro de esta normalización se debe entender el nombramiento de embajadores y demás funcionarios diplomáticos y consulares. Igualmente ratificaron la disposición por parte de los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro por consolidar lazos de amistad y cooperación mediante la revisión de todos los temas de interés binacional que beneficien a los dos países.
Se puede considerar este encuentro como el primer y gran paso del canciller Álvaro Leyva, en su objetivo de trabajar por la paz y la unidad latinoamericana.