Mientras 8.000 indígenas llegaron a Bogotá pidiendo sentarse con el presidente Iván Duque, el gobierno decidió enviar a su comisionado de paz al Cauca. Un desplante absoluto que ha sido tomado como una cachetada, un insulto dentro de la misma movilización. El trato no puede ser más injusto y podría endurecer aún más la posición de los indígenas contra el gobierno.
La provocación se da un día antes de que se realice uno de los paros cívicos más duros en la historia del país, el del próximo miercoles 21 de octubre. Una de las declaraciones de Ceballos no pudo ser más desconsolador: si quieren que el gobierno los escuche tienen que regresar a sus territorios. La posición del gobierno, sordo al pedido ancestral de los indígenas, ha despertado críticas y ha demostrado el talante autista que tiene Duque a la hora de ponerle el pecho a los problemas que ahogan su gobierno. Uno de los que más duro le ha dado es el siempre punzante twittero Daniel Samper Ospina:
Que el comisionado se reúne en los resguardos (cuando los indígenas no están en sus resguardos sino en Bogotá, esperando que los reciban en los escritorios de Palacio) porque él sí entiende la cultura indígena: https://t.co/77n10Rjvet
— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) October 20, 2020
Lo que hace el comisionado Ceballos de cruzarse con la Minga no #EsUnaImprudencia, sino una soberana cachetada a los pueblos indígenas.
— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) October 20, 2020
A través de uno de los voceros principales de la Minga ya afirmaron que la Minga permanecerá en Bogotá hasta que el gobierno los escuche y los respete.