Al llegar la época electoral y ver cómo el ambiente en general se “tensa” con reuniones, conversaciones, eventos, chismes, oportunismo, etc, etc… llega a mi mente una frase del gran Luis Carlos Galán Sarmiento: “La política es el arte de servir a los demás y no la actividad para servirse a sí mismo”. ¡Qué bello sería nuestro país si esa frase la aplicara cada servidor público!
Por eso, hoy quiero recordarles a muchos líderes cuál es la razón por la que hacemos política y, mejor aún, quisiera lograr abrirle los ojos a la gente para que evalúe a quien los representa: ¿sus líderes sirven a la gente o tienen a la gente a su servicio? Esto lo escribo no con la intención de generar polémica ni mucho menos, es solo que al ver tantos “políticos” hoy en día reunidos preparándose para la contienda electoral que se avecina, me pregunto ¿sabemos acaso qué es la política?, ¿tenemos alguna idea de la definición de servidor público?, ¿acaso simplemente votamos por votar o solo ejercemos ese derecho porque el candidato es nuestro amigo, novio, vecino, primo, o conocido? Estas inquietudes generan en mí preocupación, ya que es nuestro municipio el que sufre las consecuencias de la politiquería que solo llega cada 3 años a aprovecharse de las necesidades de sus gentes.
Aunque bueno, el hecho de generar esas preguntas, por más triste que sea, nos da una perspectiva de lo que es la política en nuestro país. Acá es muy común encontrarse con personas que llegan a la arena política con la intención de volverse ricos (a ellos les digo que se equivocaron rotundamente), hay otros que llegan con la intención solo de gestionar sus negocios propios y en ellos recae la responsabilidad del atraso de nuestro país, y aunque parezca absurdo hay otros que simplemente les seduce la sensación de poder, sentirse más que los demás, que solo lo hacen por subir su ego… ellos simplemente son una vergüenza.
Hoy quisiera dejarles a aquellas personas que hoy aspiran a un cargo público cinco valores básicos para el ejercicio de esa función:
- El servicio público es el arte de servir a los demás y no la actividad para servirse a uno mismo.
- En la política se debe construir sobre lo construido.
- Quienes ejerzan un cargo público deben entender que su único jefe es el ciudadano.
- Se debe hacer oposición, pero no llevar la contraria.
- Los recursos públicos son sagrados.
Esta reflexión la escribo porque lastimosamente en Colombia la corrupción nos ha quitado años de desarrollo y oportunidades. Incluso, nos ha quitado vidas. Hay que decir que no son todos los servidores públicos, que la mayoría de quienes trabajan para el Estado son gente honesta, trabajadora y decente, pero como en todo siempre hay manzanas podridas y es nuestro deber evitar que aquellas “manzanas podridas” lleguen al poder.
Debemos evitar a toda costa caer en el juego politiquero de la polarización, ya que la nueva herramienta para esto son las redes sociales, donde es común ver “líderes” difamando y dividiendo, mientras la ciudadanía se queda en el medio sin saber qué hacer, por lo que intenta escoger un bando mientras que los políticos solo buscan figurar en primera plana. A ustedes, líderes, les recuerdo que las personas de su comunidad ponen su total confianza en su representación. No los defrauden.
La política no es un estatus, la política no es de castas, ni siquiera se puede ver como un trabajo. Ser funcionario público es un deber que se debe tomar con honor, gratitud y ganas de servir. La política no alimenta el ego, alimenta el alma.
Los invito a reflexionar y analizar: ¿eso es lo que se quiere de los políticos? No vale la pena seguir apostando por quienes nunca han mostrado un resultado distinto a ponerlos a su servicio para alimentar sus propios intereses. A esos, ni el saludo.