Siempre será un placer regresar y pasearse por Santa Marta; es vivir una experiencia llena de cultura, arte y rica gastronomía. Personalmente, tengo una visita fija a un sitio cada vez que llego a esta bella ciudad. Es un sitio denominado por residentes y turista como el “rinconcito francés” y les hablo de Notre Dame Pan & Café. Al llegar en esta ocasión, me llevé la grata sorpresa que han evolucionado rápidamente y se ha agrandado su oferta gastronómica.
Llegué muy a las 8:15 am, y pude degustar unos maravillosos huevos benedictinos como desayuno, pero igual pude haber elegido pancakes de frutas o sándwiches. Me quedé trabajando en un cómodo sofá con conectores para mi computador y red wifi abierta, razón por la cual pude atender mis reuniones virtuales de trabajo sin moverme del sitio, acompañando las tertulias y negocios con un muy buen café de la Sierra Nevada de Santa Marta y acompañando con algo de su rica pastelería (recomendado el pan de chocolate y el croissant de almendras). Sin darme cuenta se me hicieron las 12:30 pm y pues ya entrados en gastos me quedé a almorzar con unas pastas Carbonara que estaban de maravilla. Y para refrescarme un batido de frutos rojos muy refrescante.
En punto de las 2:30 pm llegó uno de los propietarios de Notre Dame a quien fue inevitable dirigirme para que me contara de primera mano sobre esa nueva oferta que cubre cada hora del día y en medio de esa tertulia me manifestó que además tiene abierta una línea de catering para eventos sociales y corporativos con la cual atiende bautizos, cumpleaños, matrimonios, así como fiestas y reuniones de empresas.
Pude ver mesas de señoras elegantes compartiendo al caer la tarde, algunos de los nuevos postres acompañándolos con una copa de vino rosé y sentí definitivamente la obligación de quedarme a cenar porque me mató la curiosidad con qué me iban a sorprender al caer la tarde. Pedí un sandwich “Londres” de cerdo rostizado y coleslaw de repollo morado a la mostaza, y debo reconocer que estaba de rechupete.
Termino esta nota muy sorprendido con esa gran oferta de Notre Dame Pan & Café, y resalto ese equilibrio costo beneficio de sus productos. Otro plus es la buena atención que, a veces en este tipo de lugares, es difícil de encontrar en la ciudad más antigua de Colombia.
En el rinconcito francés que descubrí, es común ver llegar clientes fieles como el párroco del barrio Bavaria quien parece un relojito suizo abriendo la puerta e ingresando al lugar todos los santos días a las 3 de la tarde.
O al cliente cachaco al que su esposa costeña le encarga el pan de chocolate sagradamente todos los viernes, o al residente extranjero que tal vez encuentra en este establecimiento, la manera perfecta para recordar y sentirse cerca de su país de origen.
Dirección: carrera 13 No 28- 47 barrio Bavaria, Santa Marta
Instagram: @notredamesm