Colombia es quizás hoy uno de los países que más noticias diarias produce. Estas, en un gran porcentaje, obedecen a hechos negativos, originados por la crisis interna que en muchos campos estamos viviendo. Por lo anterior, es muy común escuchar a los ciudadanos estar fatigados con el bombardeo de noticias que reciben todos los días y que poco les sirven para aliviar las penas, el estrés y la calidad de vida… es una cruda realidad que no les brinda bienestar y que los aleja, los desanima en audiencia, emisión tras emisión.
El Canal Caracol tomó una decisión en los últimos días que me parece a mi loable y muy digna de seguir, rompiendo esquemas y dándole una puntada importante a la creatividad. Inició lo que se puede llamar la humanización de sus profesionales: acercarlos más a la comunidad que los sigue en todos los contenidos de su programación y que impacta mayormente en el perfil noticioso.
Me explico un poco más, esa promoción o mensaje corporativo que transmite al aire desde semanas atrás. ¡1,2,3 Caracol TV! es una apuesta sin temores y directa de acercamiento de otra manera con la audiencia. Vemos al elenco de sus espacios y a los periodistas que se encargan de cubrir en su mayoría, porque es su deber, los hechos violentos y los fenómenos negativos del país. Aquí estos trabajadores de la información muestran otra cara, otro semblante, en una actitud enviando un mensaje claro: ¡somos seres comunes y corrientes! Alegres a la vida y orgullosos de su trabajo que engendran positivismo y sin decirlo, queda tácito que expresan e invitan para estar ligados con cariño y afecto a la audiencia. No le tienen miedo al “oso” por aparecer en la promoción, en una puesta en escena excelentemente concebida, bailar cómo cualquier colombiano entonando algo que para ellos representa una forma de comunicar como quizás nunca antes lo habían hecho. Es renovar la imagen, refrescarla y oxigenarla.
Como televidente desprevenido o seguidor virtual ocasional de la plataforma del canal, me es grato ver en sus pocos segundos de duración: ¡1,2,3 Caracol TV! me lleva al otro país, el que merece ser reconocido también. La nación que canta, es alegre, sonriente, talentosa, diversa y sanamente espontánea. Inyecta un efecto constructivo ver a aquellos que todos los días nos muestran otra cruda realidad cargada de hechos violentos, pandemia, corrupción, polarización, crisis, etc. en una actitud que contagia vida. El jingle además es pegajoso, muy bien hecho y que llega al corazón… a empoderarse de la marca y a hacer equipo con Caracol.
En mi conclusión, el creativo de este: ¡1,2, 3 Caracol TV! está marcando la diferencia y refleja ser un comunicador por excelencia, sabe lo que siente la audiencia de Noticias Caracol y lo que le falta por sentir, entiende que por encima de todo lo que hay que transmitir es una imagen humana, sencilla, abundante de alegría y sin complejos o temores. Y claro está, igualmente real.
Por fin este canal de televisión entendió que hay que romper barreras y acercarse afectivamente a su audiencia y hacerla crecer, al fin y al cabo es la razón de su existencia y cuando no se hace nada por acercarse a ella solo la está alejando, opción que conduciría a cualquier medio de comunicación a un postulado al fracaso.
Bien por, ¡1, 2, 3 Caracol TV!
