En el mundo laboral, en donde cada vez es más difícil acceder a una oportunidad, y en donde en algunos casos se debe a que estás “sobre-calificado”, vemos que las empresas en nuestro país cada vez son más irrespetuosas a la hora de publicar ofertas o buscar perfiles acorde a los requerimientos de un cargo.
Ofertas como “empresa “X”” busca profesionales en las distintas ramas de la ingeniería con al menos tres años de experiencia en el cargo que manejen software, SAP, gestión de proyectos bajo la normatividad PMP, bilingües, con maestría o especialización, diplomados, cursos, etc.; horario de lunes a viernes de 6:30 a.m a 6:00 p.m, y sábados de 7:00 a.m a 2:00 p.m. Salario 1’200.000, y en mayúsculas: SI NO CUMPLE CON EL 100% DEL PERFIL, POR FAVOR NO APLIQUE”. Y esto es nuestro pan de cada día.
No solo lo digo yo, sino los miles de profesionales que gastamos innumerables horas de nuestro tiempo buscando ofertas de trabajo tratando de encontrar ese perfil al que podamos postularnos; es ahí donde yo me pregunto por qué las empresas nos faltan al respeto a los profesionales de esa manera.
Si eres hijo de un gran empresario que tiene dinero para invertirlo en tu educación, está bien, no te culpo pero si eres de los que tiene unos padres de clase media que se rompieron la espalda y se endeudaron hasta las pestañas por dar a sus hijos una educación decente, eres es de los míos. Si te costeaste tus estudios sacrificando tu tiempo, tu adolescencia y juventud para aspirar a tener mejores oportunidades, con más fuerza deberías hacer respetar y valer tu título profesional.
Ahora, si ustedes valoran a sus padres, ¿creen que es aceptable que tengamos que soportar “chichiguas” de salarios solo porque no tenemos experiencia laboral?
Ojo, y quiero que quede esto muy claro: un recién egresados o con poca experiencia no pueda aspirar a altos cargos. Todos sabemos, o por lo menos el promedio, que tenemos que empezar desde abajo, con calma, como dice un gran amigo mío “a la antigüita”, e ir escalando poco a poco. El problema es que las empresas de hoy en día pretenden que nos regalemos por nada. Ya de nada vale tener un título profesional si no vas a ser tratado, inicialmente, como tal, sino que vas a ser como se dice vulgarmente: un perro más.
Esta campaña la quiero principalmente dirigir a los jóvenes que se encuentran a punto de salir de la universidad, para que realmente empiecen a pensar y contemplen que es lo que realmente les depara el arduo camino de la vida laboral; para que tengan claro y sean conscientes que no se deben regalar por salarios que no sean acordes a sus perfiles profesionales, que tengan presente todo el sacrificio que sus padres hicieron para brindarle esa educación, que vean sus proyectos de grado más como una opción de hacer algo diferente y no solamente para recibir un titulo que para las empresas es sólo un requisito o peor aun, un pedazo de papel.
Si, el país esta generando empleos, pero en donde pagan de 600 a 800 mil pesos a un profesional recién egresado.
Señores de la clase política, congresistas, senadores, diputados, representantes, concejales, alcaldes, gobernadores, no creo que llamarlos una vez mas “corruptos” les afecte, pero en sus grandes campañas políticas no deberían aprovechar para impulsar un proyecto de ley en el que las empresas establezcan un salario acorde a la inversión que uno realizó en sus estudios, algo así como un “salario mínimo para profesionales recién egresados”, el cual exija a las empresas estatales y privadas el pago de éste a profesionales en su primera oportunidad laboral, así como por ley están establecidos los pagos de las pasantías en las empresas estatales y privadas.
