El presidente Gustavo Petro es de los pocos que insiste hasta el cansancio en el Cambio Climático... pero acá en Colombia sus opositores lo han tomado como objeto de burlas, todo eso mientras de primera mano presenciamos como se desmoronan las montañas y en la misma Bogotá los incendios forestales no dan tregua.
Hoy vemos como la “oposición inteligente“ como se hace llamar a quienes están minando al Gobierno por aire, mar y tierra, culpan al presidente porque según ellos los incendios forestales en varias zonas del País no se han atendido con equipos más modernos y eficaces.
De las tragedias más difíciles de dominar son los incendios forestales, lo hemos visto en Australia, Estados Unidos o Chile. Incendios que duran meses, con resultados devastadores en fauna, flora, vidas humanas y pérdidas económicas; pero acá esta desgracia ha servido para seguir culpando al Presidente de todo lo que ocurre.
Se olvidan que son muy pocas las ciudades que cuentan con los costosos equipos para atender los incendios, en la mayoría de pueblos de Colombia estos equipos no existen y en los pocos donde están las Alcaldías no les asignan presupuestos o simplemente se los roban.
Los Bomberos voluntarios deben vivir además de trabajar ad honoren, haciendo rifas y vendiendo empanadas para poderse sostener, equipos obsoletos e inservibles que al momento de una emergencia sencilla no pueden responder con alguna efectividad, pero esa falla de todos los Gobiernos anteriores hoy es atribuible al actual gobierno.
El fuego no pregunta por la filiación de las personas el arrasa con todo, por eso esta desgracia del cambio climático como la de la delincuencia debe ser atendida por todos en conjunto, sin reproches ni miramientos mezquinos.
Y los Alcaldes y Gobernadores deben con el Gobierno central alistar a sus habitantes para luchar unidos y asignar los presupuestos a su alcance para lidiar estas emergencias porque hoy es el fuego por altas temperaturas, pero mañana serán las lluvias y los deslizamientos de eso sí que hemos padecido.
Infortunadamente el presidente, con un sentido premonitorio como pocos ha puesto el dedo en la llaga, lo que le han valido reconocimiento internacional desde antes de ser alcalde de Bogotá, pero el Colombia lo ven como un rey de burlas.
Creemos que se debe comenzar a ahorrar el agua en casa, estar vigilantes con los desperdicios y denunciar a quienes sean sospechosos de iniciar fogatas; esto apenas empieza.
No olvidemos que la unión hace la fuerza y debemos apoyar con elementos básicos como agua en botellas, comida y elementos a quienes están al frente de la lucha contra estos desastres naturales.