Para nadie es un secreto que el sistema educativo es planificado y ejecutado por aquellos que tienen y han tenido el poder en sus manos desde siempre, nos “educan” con el firme propósito de convertirnos en su mano de obra barata, pero ¿qué consiguen con esto? La respuesta es sencilla, las instituciones educativas se rigen bajo las directrices de un método que instruye para la competencia, se traza entonces la meta de graduar siempre los mejores sin importar cómo, reproduciendo así la ambición de ser superiores y lo más ruin de la naturaleza egoísta.
Ahora, el contexto social en el que día a día nos toca desenvolvernos se ha dado a la tarea de terminar nuestra formación, pues al culminar esta etapa hemos adquirido algo de ambición con una pizca de individualismo y aparte de todo debemos salir a seguir sobreviviendo, lo cual no es una tarea fácil ni para él, ni para ella, ni para mi y no se mienta para usted tampoco. Es evidente como las circunstancias nos llevan a vender nuestra productividad a grandes empresas por salarios realmente bajos.
¿Amigos lograron atrapar la idea? Desde que nacemos y sin posibilidad de elegir hacemos parte de un régimen que nos recluta para ser sus esclavos, no es coincidencia que todo aquello que nos enseñan en las escuelas sean los mismos conocimientos que necesitan las multinacionales (Esenciales en un sistema capitalista caracterizado por dominar en el ámbito socio-económico global) para la efectividad de sus producciones.
Después de tener una pequeña claridad sobre el contexto de este corto escrito debemos pensar en una solución, ¿Cuál? Somos nosotros, EL PUEBLO, su mano de obra, somos quienes producimos para que los titiriteros de nuestros Estados disfruten sin complicación alguna desde sus lujosos recintos, entonces ¿Por qué no buscamos el cambio de toda esta injusticia y corrupción? ¿Por qué no buscamos la transición de las condiciones precarias en las que vivimos por unas condiciones de igualdad para todos, no solo para los seres humanos sino también para nuestra madre tierra? Si queremos hacer ese cambio debemos revolucionar prioritariamente el aparato educativo existente ya que es una de las principales fuentes de nuestra formación como sujetos pensantes y de derechos. No debemos aceptar que quieran globalizarnos con enseñanzas extranjeras, es una tarea fundamental rescatar nuestras raíces, luchar por trabajar y producir lo autóctono que es diverso, así iniciaremos la construcción de una sociedad con justicia social.
Es por todo esto que en cuanto a educación, la innovación es la salida, crear un nuevo modelo de educación donde se rescate el sentido propio de nuestra gente, donde se resalte con orgullo nuestra cultura y donde la palabra "todos" sea realmente incluyente y no haga referencia a unos pocos.