El Congreso de la República por iniciativa de la senadora tolimense Rosmery Martínez, del partido Cambio Radical, otorgará este martes una condecoración al reconocido peluquero Norberto Muñoz Burgos. Según la congresista, se le impondrá el grado de Caballero “por su desempeño y la contribución a la belleza, tanto en Colombia, como en el extranjero".
El reconocimiento a este empresario resulta polémico y absurdo. Según su promotora, las razones para otorgarlo obedecen a que el estilista ha generado empresa y ha tributado al país durante muchos años. También dice que “con Norberto encontramos que muchos jóvenes y muchas jóvenes han podido tener una estabilidad laboral”.
Adicional a esto, afirma que ha promovido un liderazgo a nivel nacional e internacional y ha coadyuvado a que las mujeres tengan la posibilidad de llegar a un lugar donde las respeten y les permitan ser ellas mismas (sic).
Ante los cuestionamientos por esta nueva y polémica condecoración, que se suma a la que ya fue otorgada a los cantantes Maluma y J Balvin por parte de la Gobernación de Antioquia, o a la que le dio la asamblea de Santander al destituido exprocurador Alejandro Ordóñez Maldonado, o a la misma iniciativa para condecorar en 2016 con la orden de caballero a Jesús María España Vergara, el secretario de la Comisión Séptima del Senado que en octubre de ese mismo año fuera investigado por presuntamente haber acosado sexual y laboralmente a dos funcionarias de esa corporación, la senadora solo atinó a responder: “Me parece maravilloso que hoy se preocupen por una condecoración que se da a una persona que le ayuda a Colombia. Yo creo que Colombia ojalá haya muchos Nolbertos (sic) para que generen empleo, para que generen estabilidad en una familia y en un país”.
En la misma entrevista se le cuestiona que por ser clienta del peluquero y haber promovido otras condecoraciones a miembros de su mismo partido como Germán Vargas Lleras y al exministro de vivienda Luis Felipe Henao. Es posible que existan conflictos de interés como quiera que ella posee intereses claros en dichos homenajes, a lo que responde que de ninguna manera pues solo han exaltado “grandes personalidades de Colombia” y muchos de sus compañeros también proponen este tipo de iniciativas y “firmamos”.
Esta senadora es muy conocida en la esfera política tolimense, pero no precisamente por su labor legislativa en beneficio del departamento, que ha sido bastante discreta, sino por haber defendido con vehemencia al subsecretario del Senado Saúl Cruz luego de que este denunciara una agresión inexistente por parte de un camarógrafo de Noticias Uno, “Por favor poner la demanda. Lo golpean. Presidente ordeno que se haga una investigación al presente o sino va a venir el ELN disfrazado de doctor y nos va a masacrar en este Congreso”, dijo en su momento la honorable senadora.
Nació en El Espinal y es hermana de Emilio Martínez Rosales, exrepresentante a la cámara por el Tolima en el periodo legislativo 1998-2002 por el Partido Liberal y quien perdió su investidura luego de ser investigado por presuntos malos manejos de recursos públicos a su paso por la presidencia de la Cámara de Representantes durante 1998-1999. Por estos hechos fue inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos. Adicional a esto, también estuvo recluido en la cárcel en mayo de 2008 acusado de presuntos vínculos con paramilitares del Bloque Tolima. No obstante, aún ejerce un gran poder político en la región a través de la actividad política en cuerpo ajeno, en este caso, en el cuerpo de su hermana Rosmery Martínez Rosales, representante del departamento por Cambio Radical.
De no ser porque en Colombia tributar es un deber de todos los ciudadanos y generar empresa y puestos de trabajo es inherente a la misma actividad de generación de riqueza de cualquier empresario, este homenaje, por demás innecesario, no sería tan polémico. Tendría el Congreso entonces que tramitar condecoraciones a miles de empresarios que desarrollan sus actividades a lo largo y ancho del país.
De no ser porque la promotora de esta condecoración es una senadora por demás cuestionada y con raquíticos resultados durante los 3 periodos legislativos que lleva en el congreso, hermana de uno de los caciques politiqueros más reconocidos del Tolima y quien usa su cuerpo para mantener el poderío político propio de los caciques y barones electorales eternos de tierra caliente, esta Orden de Caballero no indignaría tanto a un país que ve como su poder legislativo desperdicia tiempo valioso en la repartición de condecoraciones absurdas e inmerecidas a personajes del jet set bogotano.