Por estos días, mucho se especula sobre la presencia de los militantes, líderes y seguidores de los grupos políticos de los sahagunenses, Ñoño Elías y Musa Besaile en la campaña de Gustavo Petro y Francia Márquez.
Se deja en el aire la leve idea de que, gracias a la presencia de estos grupos, la campaña ha logrado aceptación en más del 60 % de la zona rural del municipio y ha logrado tener cerca del 70 % de las mesas de votación protegidas con testigos electorales.
Se dice también que gracias a estos grupos políticos la plaza central de Sahagún se llenó a reventar el día que Petro hizo presencia en el municipio.
Frente a estas suposiciones, hay varias claridades que hacer.
Primero, ambas casas políticas han sido, históricamente, uribistas. A pesar de que en 2014 apoyaron la reelección de Juan Manuel Santos, en 2018 volvieron al uribismo apoyando abiertamente al actual presidente Iván Duque.
Segundo, la campaña de Petro y Francia en Sahagún, como en muchas otras latitudes del país, está dirigida por diversos sectores sociales y políticos, entre los que hay docentes, trabajadores independientes, pensionados, estudiantes, jóvenes independientes, partidos políticos alternativos y agremiaciones de toda índole, es lo que se llama un Frente Amplio. Por tanto, los logros mencionados arriba se deben a ese esfuerzo mancomunado que no es de una, dos o tres personas, sino un esfuerzo de muchos.
Tercero, la campaña en Sahagún no ha cruzado comunicación alguna con líderes de estas dos casas políticas. Si bien es cierto que muchos militantes de ambas casas y algunos líderes han manifestado públicamente su respaldo a la campaña, lo hacen desde su libertad como votantes. De igual forma, muchos de ellos han sostenido que la directriz de sus movimientos es libertad para que cada quién escoja el candidato que le plazca.
Así pues, la campaña de Petro recibe con beneplácito todo tipo de adhesiones, bien sea gremiales, grupales o individuales. Para el caso de Sahagún, y de todo el país, no existen razones para cerrarle las puertas a nadie. Eso sí, las negociaciones políticas, si las hubiere, les corresponde hacerlas a los líderes políticos de la campaña a nivel nacional.
Es claro que quienes pretenden afirmar que existe un apoyo directo de los políticos Musa Besaile y Ñoño Elías a la campaña de Petro en Sahagún pretenden enlodar el trabajo independiente del petrismo y, como no les ha servido ninguna estrategia, ahora quieren sembrar desconfianza en los votantes: “divide y reinarás”. Este es un intento más por pescar en río revuelto. Sin embargo, dudo mucho de que sea interés de los exsenadores condenados meterse de lleno en una campaña antes de primera vuelta.