Nunca antes un Nobel había sido tan oportuno, al extremo que puede ser el salvavidas para lograr la PAZ; especialmente después de la triste sorpresa del No, ahora, los colombianos no podemos ser inferiores a las circunstancias y tenemos que buscar una salida para este peligroso atolladero que puede desestabilizar a nuestro pais.
Esto no puede seguir en manos de comités, que de antemano sabemos nunca llegan a nada y mucho menos en poco tiempo, si los promotores del No creen que estas reuniones pueden prolongarse, o se equivocan, o no tienen buena intención. El 31 de octubre que se vence el cese al fuego bilateral, tres semanas más, es demasiado para mantener a la nación en esta incertidumbre.
Antes de las declaracones del gerente de la campaña del No, yo estaba complacida con la posibilidad de que el presidente Uribe respaldara el proceso, y pensaba que se debía respetar la decisión de los ciudadanos. Pero después de las declaraciones de Vélez Uribe, hasta los del No se han sentido asaltados en su buena fe, porque en caso de que no llegue a haber condenas penales, la maniobra es al menos una conducta inmoral y antiética, que estaría en el borde de la ilegalidad. Así no se construye país.
Francamente hoy no importa que la campaña del Sí haya sido mala, o que la del No haya delinquido, todo esto es de poca monta comparado con la necesidad de poner en vigencia los acuerdos negociados en La Habana. Vislumbro algunas salidas entre las que menciono tres:
- La Constituyente. Porque era punto de coincidencia entre Uribe y las FARC, pensé que sería la solución para después que las FARC dejen las armas, y a pesar de que el mismo presidente Uribe la descartó, sigue siendo una buena salida, pero implicaría avalar los acuerdos ya.
- Repetir el Plebiscito. El partido de la U ha propuesto repetir el Plebiscito por el coletazo del huracán Matthew. A pesar de ser engorrosa y costosa (aprox $350 000 millones), si los del No están de acuerdo, sería una buena solución.
- La vía del Congreso. Como la Corte fue tajante en que el Plebiscito solo compromete o vincula al presidente, el Congreso podría demostrar que está a la altura de las circunstancias, asuma el liderazgo de la situación, y se comprometa a tramitar la agenda legislativa contenida en los acuerdos; pero salvo que los partidos que apoyaron el No lo avalen, la nación seguiría dividida.
Estas leyes, todas estatutarias, lo que significa que su trámite es más largo y tienen que quedar listas en junio de 2017, si bien no pueden aprobarse con la celeridad con que la Ley Estatutaria y la Corte facultaron al presidente, trabajando los congresistas durante Navidad, Año nuevo, febrero y marzo, tienen tiempo suficiente para expedirlas.
Queda el interrogante, si nuestro desprestigiado Congreso tiene los pantalones y el coraje para asumir tan delicada y grave responsabilidad. ¡Qué demuestren la casta!
Aunque la mejor solución es, que ante el contundente respaldo internacional recibido por el proceso de PAZ, con el anuncio del Premio Nobel al presidente, el mejor salvavidas que le ha llegado a la PAZ; los del No revisen su postura, y cedan, pero debemos ceder todos, los del Sí, los del No y las FARC, todos debemos ceder algo para lograr el gran acuerdo nacional, y evitar convertirnos en un paria entre la comunidad internacional, ahora que los ojos del mundo entero están sobre nosotros.
El presidente tiene hoy el respaldo para convocar y lograr a esta unidad.
