Sí, así como lo expresamos tajantemente, nosotros los liberales rasos del país no votaremos por el que diga el expresidente Gaviria, un político mermelado que demostró que no existe diferencia entre el otrora “glorioso partido del trapo rojo” y las posiciones ultraderechistas del candidato Duque. Y es que no solo es eso, en ese entramado de “unión” aparecen personajes siniestros de la ultraderecha conservadora como lo es el procurador Alejandro Ordóñez Maldonado, uno de los políticos más racistas, discriminadores y ultraconservadores de la actualidad. Ordóñez intenta imponer una sátrapa de imposiciones retrogradas, al estilo de las cavernas, diametralmente opuesto a los legados del partido liberal.
Y qué decir de Obdulio Gaviria, reconocido como una de las principales figuras de la derecha colombiana y defensor a ultranza del expresidente Álvaro Uribe Vélez, muy a pesar de que en la década de los setenta era miembro de los movimientos de izquierda y fue un activo militante del Partido Comunista Marxista-Leninista (PCML), línea maoísta; sin olvidar que es primo hermano de Pablo Escobar, el narcotraficante más poderoso del país en los 80, apoyó al Ejército Popular de Liberación como brazo armado del PCML, y para colmo de males, recorrió el país como vocero izquierdista y asesor de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc). Hoy es un miembro activo de la derecha colombiana y sus posiciones controversiales van en contra de las posturas del Partido Liberal al decir que “en Colombia no hay conflicto armado interno o que las cifras de desplazados y sindicalistas asesinados son falsas”.
En ese grupúsculo de ignominia está otro mermelado de alto turmequé, Andrés Pastrana Arango, cuando es historia recordar la famosa “silla vacía del Caguán” y las ganas de figurar a costa de la paz, intentando negociaciones con las Farc, entregándole un vasto sector del país, y su no consecución lo ha castrado mentalmente que no acepta, así como el expresidente Uribe, la realidad, buena o mala, que dichos acuerdos los haya conseguido el presidente Santos. Todos los anteriormente nombrados desean hacer trizas el proceso, y nosotros los colombianos que no queremos sangre lucharemos para que eso no se dé porque sabemos que ellos viven de la guerra, sueñan con la guerra, pero con los hijos del pueblo, no les importa que nos acabemos entre nosotros. Eso es satisfacerle el ego a estos impolutos.
El candidato Iván Duque no tiene nada de liberal, aun cuando Gaviria ha demostrado que todos son lo mismo de corruptos y oportunistas. Además, su experiencia con el Estado se direcciona a unos cuantos cargos de cuarta y quinta categoría, por ello fue escogido por Uribe para poderlo manejar a su antojo y poder modificar el Senado, la Cámara y las cortes, y así blindarse para el futuro. Duque tiene entre sus espaldas haber sido asesor del ministro de Hacienda Juan Manuel Santos en el gobierno de Andrés Pastrana, y fue el responsables de ayudar a convertir el impuesto temporal 3x1000 en algo permanente. Por otro lado, su padre, Iván Duque Escobar, cuando era ministro de Betancur no atendió una advertencia de vulcanólogos alemanes para evacuar Armero en 1985 y evitar los 30 mil muertos de esa horrorosa tragedia.
El expresidente César Gaviria entregó el Partido Liberal solo con la razón de defender un ministerio para su vástago Simón Gaviria Muñoz, quien es un “don nadie” y no le ha aportado nada al país.
No votaremos por el que diga Gaviria, póngale el sello.