Hoy recuerdo con nostalgia el sueño que tuve, y que muchos tuvimos pero que no pudimos hacerlo realidad. Hoy recuerdo añorando el pasado, en el cual imaginaba, que algún mágico día me llovería de pronto la buena suerte. Hoy recuerdo con melancolía el saber que no pude cumplir mi sueño infantil.
Pero hoy respiro aliviado lleno de esperanza al saber que un joven llamado James Rodríguez cumplió el sueño que yo tanto pretendía, portar el mítico número 10 en el equipo ´merengue´. Hoy un pequeño se hace grande y con ello nos demuestra que ninguna meta es inalcanzable; claro está “No todos podemos ser James” ni tampoco todos vamos a poder jugar en el Real Madrid pero si al menos 1 entre 47 millones de habitantes logra cumplir su sueño todo habrá valido la pena.
Es cierto que los elogios para James han sido demasiados, pero hoy quiero decirle algo más, muchas gracias por devolvernos la esperanza, por demostrarle al mundo que el fútbol de alto nivel en Colombia sí existe, gracias por cumplir mi sueño infantil, no me importa que no sea yo el que este portando esa camiseta, me alegra el saber que el día de mañana los colombianos nos vamos a poder sentar a ver los partidos del Real Madrid y un colombiano el cual nos llena de orgullo, va a estar jugando en el campo con el número que portan los´cracks´. El solo hecho de pensarlo me llena de satisfacción.
El Bernabéu recibe a su nuevo ídolo, tal vez el ídolo de las nuevas generaciones, así como hace un tiempo lo fueron, Ronaldo, Zidan, Beckham y otros tantos que tuvieron la oportunidad de brillar en el fútbol. James, no pierdas la humildad, ni tampoco pierdas las ganas de seguir luchando, no te dejes permear por la fama y ten presente siempre de donde saliste. Llena de alegría a esta Colombia tan violenta y herida que aún no ha podido librarse de la bala fácil, de la muerta en la esquina, de las terribles garras del narcotráfico y de la nefasta corrupción. Inunda de felicidad a nuestros niños que son los que más han sufrido con esta absurda violencia, para que no pierdan las ganas de seguir soñando.
Querido James, disfruto tu triunfo como si fuera mío, porque hoy me doy cuenta que los sueños son realidades que algún día se cumplen cuando se ha luchado lo suficiente por conseguirlos. Y aunque hoy no sueño con ser jugador de fútbol y tengo otros planes para mi vida, se me hincha el corazón de orgullo el saber que representas ese sueño que muchos tuvimos y que tú materializaste.
@camilomova