El pastor Oswaldo Ortiz, conocido como OOTV y quien aspiraba a una curul al Senado por el Centro Democrático, se ha quemado.
Cuando se llevaba el 98.60% de los votos escrutados estaba por fuera de las 19 curules ganadas por este Partido y compartía el pabellón de los quemados con el general retirado Luís Alfonso Plazas Vega y José Obdulio Gaviria.
El pastor Ortiz hizo de la homofobia su bandera y dedicó largos vídeos para esparcir su discurso de segregación y recorte de libertades. Oswaldo Ortiz se reunió con el cuestionado pastor Miguel Arrázola donde declaró que la meta de ellos era que los pastores accedieran al poder político para gobernar teniendo como base la Biblia.
Ortiz, Arrázola, los pastores quemados en “Colombia Justa - Libres” y los ultracatólicos de “Somos” deben comprender que su Biblia es solo válida para ellos, en sus vidas e iglesias, pero que el libro que nos rige a todos es la Constitución. Sus intentos de violar la separación entre Estado e Iglesias solo acarrea la violación a principios fundamentales.
Según el pastor Ortiz, Colombia no es un Estado Laico. No porque desconozca la existencia de las sentencias de la Corte Constitucional, sino porque las desprecia, así como lo ha hecho con las sentencias que han reconocido derechos a los ciudadanos LGBTI, a las mujeres y la eutanasia. El desprecio a las decisiones judiciales es un pésimo precedente para un político.
En el discurso de este pastor se mezcla la política de extrema derecha con la religión. En sus peroratas todo lo que no es fundamentalismo cristiano es comunismo y Sodoma y Gomorra. Todo fuera de la iglesia es pecado, excepto eso sí, el lucro que los pastores hacen a través del diezmo, o que muchos de sus copartidarios del Centro Democrático tengan investigaciones por paramilitarismo, testigos falsos, despojo de tierras, etc. Eso nunca se cuestiona ni por las sombras.
Sin embargo, resulta muy curioso que para Oswaldo Ortiz todo lo gay es pecaminoso y parte de la malvada agenda para apoderarse del mundo, pero que a inicios del 2017 declaró que conocía los lugares gays de Latinoamérica, incluyendo la gran discoteca bogotana de Theatrón. Eso sí, era solo iba para conocer en donde se “congregaban” los gays, y analizarlos. Su vídeo lo divulgó mientras estaba cerca de un festival gay en el sur de La Florida. Tanta obsesión con la sexualidad ajena asusta y hasta resulta sospechosa (me recuerda el caso del pastor gringo Ted Haggard), más aún cuando es su principal eje de acción política.
En su cruzada antiderechos Ortiz no tuvo problema alguno en afectar familiares cercanos con sus propuestas de evitar la adopción homoparental y limitar el matrimonio civil a parejas del mismo sexo. Uno de sus primos, Fernando Merchán es homosexual y casado. Un hombre honesto, trabajador y transparente. Pero para el Torquemada evangélico de los gays nada de eso vale. Desde que Oswaldo se ha convertido en fanático, la familia se ha distanciado. ¡Porque nada mejor para generar divisiones que un fanático religioso!
En la noche de los resultados electorales, tan pronto se empezaron a conocer las cifras desfavorables para él, cerró su cuenta de Facebook y posteriormente en Twitter arremetió con un vídeo en el que se quejaba de que Angélica Lozano, abiertamente lesbiana, le había quintuplicado en votos.
Se queja del voto LGBT (aunque para ser honestos Angélica Lozano no basan su campaña en la población LGBTI) de manera similar como los nacionalsocialistas se quejaban de los derechos civiles de los judíos y los acusaban de ser la amenaza del país. En la mente de este pastor, y muchos otros llegados a la política, la democracia es solo el gobierno de las mayorías, y dejan de lado que también implica el respeto de los derechos humanos de las minorías. De lo contrario sería una tiranía.
Obviamente varios homofóbicos fueron elegidos, entre ellos la mayoría de los conservadores y las pastoras de la Misión Carismática Internacional, lo que no deja de ser preocupante. Sin embargo, no deja de generar “cierto fresquito” que el principal abanderado de la ideología de la segregación LGBTI se haya quemado al ver la ciudadanía que en este señor no había propuestas valiosas para una Colombia plural, democrática y laica. Su quemada parece ser un eco de las palabras que su Jesús cuando dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados. Alejaos de mí, hacedores de maldad!”