Fue el economista Henry Acosta quien junto con el entonces comandante guerrilleros del Bloque occidental Pablo Catatumbo, abrió la puerta del proceso de paz con las Farc. Avanzaron con mucho secretismo con el gobierno de Juan Manuel Santos y después de cuatro años de negociación finalmente se firmó el Acuerdo de paz el 24 de noviembre de 2016 en el Teatro Colón de Bogotá.
Desde el día uno de las negociaciones Acosta fue el facilitador con idas y venidas permanentes entre La Habana y la Casa de Nariño en Bogotá. Un tejido de filigrana que dejó mucho aprendizaje como puede verse en esta conversación con Juan Manuel Ospina en la que se mira, desde todas las aristas el ideal de Paz total planteado por el Presidente Petro y que ya tiene un primer protagonista: la mesa de diálogo con el ELN instalada en Caracas.
Juan Manuel Ospina: Henry Acosta fue de los primeros, con Pablo Catatumbo, en creer y jugársela por un proceso de paz con las FARC y que además terminara la firma de un acuerdo. En otra conversación hablamos de esto y de las dificultades posteriores.
Pero difícil alguien con tanta experiencia en grupos armados y negociaciones como Henry, una voz fundamental para analizar la Paz Total de Gustavo Petro. ¿Cómo lo estás viendo?
Henry Acosta: Empiezo con una frase de Voltaire: “la unanimidad es de estúpidos”. Pretender que la Paz Total sea un patriótico sueño no tiene sentido. Le respondí a Petro cuando me pidió un consejo, aun en campaña, en una reunión en el Dann Carlton en Cali, que debía empezarse con la Segunda Marquetalia y luego con el ELN; arrancar con el grupo de Iván Márquez podría ser un espejo de lo que vendría con el ELN. Me respondió entonces que con los únicos con los que se iba a sentar a negociar era con el ELN, que con el resto iba a aplicar una política de sometimiento, vencerlos militarmente, lo mismo que pensaba Uribe en su momento de las FARC, vencerlos en combate.
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Hago todo este preámbulo porque, lo primero, después de un mes con los Elenos en Caracas, aún no hay agenda. Sin agenda no hay Mesa de Diálogos. Miren lo que pasó en el Caguán y aunque se hablaba dizque de los Diálogos de Caguán, no hubo negociación porque no había agenda. Se debe planificar. Lo de los otros grupos que han dicho que quieren negociar es otro asunto, debían empezar por la Segunda Marquetalia pero teniendo claro que le van a proponer, si, le van a aplicar la ley ordinaria, estoy seguro que nadie aceptaría.
JMO: Pero, cómo lee la propuesta de Petro, tiene aún el tono de discurso de candidato. Él se siente con una capacidad de convocatoria única y que la gente de todos los colores lo van a salir a apoyar. La paz total es un concepto muy complejo, que sin estrategia clara puede salirle caro al país
HA: Yo llamo a esto populismo. Es decir, actuar a sabiendas que no se puede hacer. ¿Quién en Colombia no quiere que llegue la paz total? Ese es el qué, pero el problema está en el cómo. Preocupante el cese bilateral porque esto le conviene al narcotráfico. La cocaína se sigue moviendo así los fusiles estén callados y el ejército maniatado porque estamos en cese.
Pero volvamos al ELN, una guerrilla que lleva 19 intentos presidenciales de hacer la paz. Me reuní con ellos antes de Quito, en Medellín. Les insiste que no se iban a tomar el poder ni volver a Colombia un país socialista. Les dije que eso es un anacronismo. Lo de Petro es a los sumo una propuesta socialdemócrata. Uribe no quiso sentarse en el 2006, cuando me pidieron hablar con ellos, los tildó de bandidos. Si quiere que se sometan tienen que vencerlos militarmente y usted no les ha ganado, le dije a Uribe.
JMO: Usted que ha hablado con Petro de esto, ¿usted cree que él tiene la varita mágica?
HA: Yo sólo he hablado con él una vez; la reunión duró 25 minutos y yo fui el que hablé
JMO: En este punto, ¿para dónde vamos?
HA: Insisto en lo de la agenda. Construir la de las FARC, tomó nueve meses. Y ahora, cuando son tantos grupos ¿cómo van a hacer para poner de acuerdo ese gentío? Ese gentío de 40 en un lado y 40 en el otro, ¿se imagina el desorden sin agenda?
JMO: Pero hay algo más. Se necesita que quienes estén sentados en la mesa tengan una representatividad
HA: Los elenos han dicho sentémonos a negociar y apenas estemos de acuerdo en un punto, vamos avanzando. Y eso no se puede ser así. (…)
JMO: Es que se olvida que la paz tiene un costo. Mire lo de los cinco millones de hectáreas con FEDEGAN, ¿dónde diablos está esa plata? Y así con todo. ¿Es posible aplicar con las FARC lo que se aplicó con el ELN?
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