No se si solo me pasa a mí, pero los gritos del locutor argentino de ESPN ni me llenan de orgullo patrio ni me aceleran el corazón. Al contrario, su tradicional "como una moto" lo único que hace es desesperarme y dejar el televisor sin ningún tipo de sonido.
Sábato, un narrador hasta hace pocos años desconocido, ahora gracias a sus gritos y a su "apoyo a los colombianos" se ha convertido en una especie de estrella en nuestro país. Hace poco lo vi en un concurrido centro comercial bogotano firmando autógrafos, algo totalmente raro para un narrador. Al hacer una sencilla búsqueda en Google, podemos encontrarnos con artículos que lo proclaman como el artífice del triunfo de nuestros escarabajos. ¡Hágame el favor!
Ver: “¡Como una moto!”: el grito de un argentino que hace ganar a Nairo Quintana
Dicen que en el 2015 vino a la Vuelta a Colombia como invitado de honor, con todos los gastos pagos por la Federación. Comió y bebió a su antojo y no fueron pocas las veces que se le vio con resaca y sin el más mínimo interés por narrar lo que pasaba en carreteras nacionales. Algún directivo le reclamó dicha actitud y el escándalo del gaucho fue monumental.
Su poder está siendo tan grande que desplazó del canal a la mejor narradora de ciclismo del continente, la grandiosa Georgina Ruíz Sandoval quien al ver que ESPN no la tenía en cuenta ni para las narraciones de eventos pequeños, decidió dar un paso al costado.
El panorama para los amantes del ciclismo sigue siendo negro. En etapas sin ninguna trascendencia y en la que al camarógrafo de turno le dé por enfocar a un ciclista colombiano, tendremos que seguir soportando gritos llenos de patriotismo fingido. Sus más de 100 mil seguidores en Twitter lo avalan.
@noquierotrinar