No somos héroes ni heroínas, somos profesionales con vocación.
Gracias colombianos por los aplausos nocturnos, gracias por la conciencia colectiva que estamos generando. Gracias por notar nuestro trabajo y en virtud de lo que se puede hacer en el momento, esos aplausos son reconfortantes, pero no suficientes.
La situación actual solo amerita el compromiso y la entrega de todos partiendo de los que se quedan en casa y el de los que no podemos, porque hay estructuras que se deben mantener para garantizar el funcionamiento básico. No solo somos el personal de salud, lo son también los campesinos que siguen cultivando, el personal de limpieza que sigue recogiendo basura, el personal de domiciliarios que sigue repartiendo, los cajeros de supermercados, los conductores de los servicios de transporte, los periodistas y todos los que quisiéramos estar en casa pero, a pesar del miedo y la incertidumbre, salimos a trabajar para garantizar el orden básico. Ese orden básico que antes de la pandemia estaba olvidado y menospreciado.
Somos muchos y agradezco a todos, pero esta vez hablo por mi gremio, hablo por los médicos. Que falte todo, menos la salud; dice el famoso refrán.
Y cuando nos falta, después de la fe y la entrega a Dios, nos entregamos al conocimiento de los médicos. Esos médicos y especialistas que por años han hecho sacrificios económicos, físicos y emocionales para estar ahí, para encontrar causas y plantear soluciones, para dar un diagnóstico y ofrecer un tratamiento, y si es que no lo hay, para acompañar en el resto del camino.
Esa singular frase de antaño “el es mi médico de cabecera” , quedó relegada y olvidada por intermediarios, por los administrativos que hablan de salud sin conocerla y que nos obligaron a atender y a resolver problemas de toda una vida en solo 15 minutos. A esos que no te autorizan el medicamento o el procedimiento, pero que a esa falla le han llamado “ negligencia médica” , como si los médicos no quisiéramos formular o si a los cirujanos no nos gustara operar. No es negligencia de los médicos y que quede muy claro, es negligencia del sistema en el que estamos atrapados todos: los que son pacientes y los que somos médicos.
No es culpa del gobierno actual aunque nos encante culparlo, es culpa de todos los gobiernos de atrás y de los gobernantes que el pueblo ha elegido. Es culpa de la indiferencia de todos, por que no nos importa a menos de nos toque. No nos importó el sistema de salud , hasta que supimos que todos estábamos en riesgo de necesitarlo.
Ese sistema que no le ofrece garantía laborales a los hoy llamados héroes y heroínas, ese sistema que nos relegó a trabajar por prestación de servicios sin afiliaciones, sin vacaciones. Ese sistema que nos obligó a aceptar con resignación los pagos por lo trabajado después 90 días, ese sistema que excluyó a los residentes de recibir sueldo.
A ese sistema que hoy nos da la oportunidad de no ir a trabajar si no queremos por que nada nos obliga, solo nos obliga el profesionalismo , la vocación y el amor por lo que hacemos. Por eso no dejamos salas de partos desatendidas, ni salas de urgencias, ni salas de pediatría. Por eso , así exista el miedo y el riesgo, estamos ahí dispuestos a cumplirles.
Odiamos el sistema.. o por lo menos yo .
Protestamos en las redes, muchos sugieren entrar en paro, suspender actividades, formar sindicatos y creo que me expreso a nombre de muchos, que creemos que son medidas necesarias pero no las tomamos porque NO podemos. Porque los enfermos no paran, porque entendemos que somos fundamentales para el funcionamiento de ese orden básico.
Tengan la plena seguridad, que médicos no les faltarán durante esta desconcertante e increíble situación, todos estamos dispuestos a ofrecer lo que sabemos.
Cuando salgamos de esta juntos , porque la solución es de todos, esperamos que esos aplausos se conviertan en apoyo real por nuestra causa. Por garantías para el personal de salud.
Y antes de terminar y con la esperanza de que esta voz tenga eco me dirijo a usted Señor presidente, a quien se le ve cansado, ojeroso y angustiado y eso que solo han sido un par de días los que seguramente ha pasado de largo. Nosotros llevamos años en estas. Ahora que nos ve y que valoran lo que somos, ahora que usted siente un poquito lo que sentimos nosotros, lo invitamos a que después de la tormenta, con calma nos sentemos y hablemos de la dignidad laboral del sector salud. Sea la diferencia de esta indiferencia .
Y mientras esa calma llega, le pedimos que adquiera e invierta lo necesario para para garantizar el bienestar de los médicos, enfermeras, auxiliares y todos el personal del sector salud que a pesar de ser afín o no su gobierno, esta presto a dar esta lucha con usted y para su pueblo.