Para nadie es un secreto que estamos viviendo uno de los momentos más difíciles en Colombia, tanto en términos económicos como sociales, debido a la pandemia y a la inestabilidad que se ha dado con base a los aislamientos impuestos. Además, estos tiempos han puesto de manifiesto la desconexión de los políticos con la realidad del pueblo.
De hecho, algo que nos ha alertado es el desconocimiento que ha manifestado Alberto Carrasquilla. Hace unos días, Vicky Dávila le realizó una entrevista al ministro de Hacienda donde este aseguró que una docena de huevos costaba $1800. Por supuesto, dicho comentario despertó la opinión de los colombianos. Muchos manifestaron preocupación frente a esta afirmación, ya que este personaje es uno de los defensores de la reforma tributaria que busca subirle el 19% de IVA a los servicios públicos y a algunos productos de la canasta familiar.
Pero no es el único. Desde que comenzó la cuarentena, Claudia López implementó varias cuarentenas, le pidió repetidamente a los colombianos que trabajaran desde sus hogares (algo desconcertante, ya que en el 2020 se reveló que el 48,7% de los colombianos labora en la informalidad) y el pasado 26 de abril señaló que “todos hacemos sacrificios” por el bienestar de las personas frente al COVID-19.
La desconexión de las personas en el poder sobre la cotidianidad del pueblo que sí tiene que trabajar duro y luchar por la desigualdad es entristecedora. Defender una reforma sin saber los precios de productos tan vitales para una familia no tiene presentación. Tampoco suponer, como lo hizo el presidente Iván Duque, que un panadero gana dos millones de pesos. Y menos no generar ayudas para ese 48% de personas que si no trabajan un día no tienen con qué comer (la constante implementación de semanas en aislamiento que genera Claudia López está matando al pueblo de hambre, ya que es muy fácil proponer e imponer desde el privilegio).
De verdad, nos están llevando a un precipicio donde nadie saldrá ileso. Como dicen por ahí: “nos morimos por el contagio del COVID-19, o nos morimos de hambre”.
