Instituciones gubernamentales como la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), "Global Development and Education Organization" (Irex) y Makaia han unido esfuerzos para responder a la urgente necesidad de disminuir las brechas socioculturales que afectan a los jóvenes en zonas rurales apartadas de los “centros urbanos”.
Un ejemplo de este compromiso es Samuel Santos, un líder social juvenil del municipio de Paz de Ariporo, quien en la ciudad de Medellín gano la convocatoria del proyecto Credible denominado “El Gran Acuerdo” logrando traer a Casanare un respiro para las juventudes.
Este proyecto tiene como objetivo llegar a las comunidades rurales más remotas, especialmente a las zonas rurales de algunas instituciones educativas de Paz de Ariporo.
Este municipio tiene una extensión de 13.800 km2 y según el Dane la distribución de áreas geográficas representa al 27, 7% del área rural. Esta compuesta por 54 veredas.
El área urbana está conformada por los barrios: Bella Vista, Buenos Aires, Camilo Torres, El Centro, El Palmar, El Progreso, El Triunfo, La Esperanza, La Fragua, La Granja, Las Ferias, Las Villas, Los Centauros, Panorama, San Jorge, San Juan, Siete de Agosto, Veinte de Julio y Aeropuerto. (Alcaldía Muncipal, 2024). Para dicho proyecto aplicado se focalizaron cuatro corregimientos: montañas del Totumo, Las Guamas, Caño Chiquito y La Hermosa, debido a la facilidad de acceso y su relativa cercanía.
Este trabajo se dispuso a ofrecer talleres sobre inteligencia artificial, habilidades blandas y formación ciudadana. Sin embargo, la verdadera innovación de “El Gran Acuerdo” no está solo en los temas tratados, sino que también implica otra forma entender la participación activa de las comunidades rurales, que a menudo son ignoradas por las administraciones, instituciones y academia debido a su aislamiento geográfico y la falta de apoyo y garantías interinstitucionales por demostrar resultados en el trabajo mancomunado.
A diferencia de otros proyectos que solo buscan cumplir con requisitos contractuales a través de planillas de asistencia para legalizar dinero “El Gran Acuerdo” promete la incidencia real en las necesidades de los jóvenes del campo. Al realizar una cartografía social de su entorno, los participantes no solo identifican las problemáticas sociales que afectan sus comunidades, sino que además se apropian de su territorio, impulsando un empoderamiento significativo desde el campo a los centros urbanos.
Una de las problemáticas más destacadas que se han identificado durante el recorrido por veredas como El Totumo y Las Guamas es la pérdida de biodiversidad y la deforestación, debido a la extracción petrolera y el cultivo de arroz, que han transformado el paisaje y afectado los nacederos de agua. En conclusión, sin herramientas para reinterpretar el territorio y sin pensamiento crítico desarrollado, los jóvenes a menudo quedan desarmados frente a estos desafíos cotidianos.
El gran acuerdo busca cambiar esta realidad, ofreciendo a las jóvenes herramientas necesarias para comprender y enfrentar los problemas de su medio campesino llanero, donde se piensen y sueñen con una región cargada de oportunidades pero con el autocuidado para sus comunidades, la vida y su tierra.