El año pasado la selección dirigida por el técnico Sampaoli estuvo a punto de quedarse fuera del mundial o de jugar en el repechaje. Solo fueron salvados por la derrota de Colombia ante Paraguay en la penúltima fecha de las eliminatorias pasadas. Gracias a los errores de Ospina en ese juego pudieron tener un salvavidas para ganar su clasificación contra Ecuador en la última fecha. Esto, sin embargo, colmó la paciencia de los periodistas e hinchas de la Argentina, que todavía buscan esa era dorada en la selección junto a Maradona, quien alzaría el segundo título mundial para su equipo. Para algunos los comentaristas argentinos esto sigue siendo: "La mayor vergüenza en la historia de la Argentina, por no ganar más títulos que otros países. Ver cómo otros equipos sí se dan el lujo de no tener historia, pero sí el gusto de tener buenos jugadores".
Este mundial en Rusia no fue la excepción, la albiceleste no pudo levantar cabeza y de alguna manera volvió a depender de otros equipos para que les brindaran más salvavidas, pero esta vez con mayor presión por parte de la afición en las tribunas. Una necesidad de ser campeones mundiales después de 25 años sin ganar un título internacional y perder tres finales consecutivas en el mundial de 2014 y las dos Copas Américas de 2015 y 2016. Los hinchas aún gritan desde sus casas: "como mínimo deben ser campeones, para permitirles el paso por Buenos Aires y volver a esta nación con tranquilidad y honor, sin necesidad de colgar a todos los jugadores y cuerpo técnico en el obelisco”.
Para esta primera ronda, con un grupo considerado por los especialistas en el fútbol y por las casas de apuesta en Argentina: "muy fácil de romperles el orto". La selección no ha logrado superar las expectativas de juego, con una derrota ante Croacia y un empate ante Islandia. Siendo esta la peor racha de la albiceleste en los mundiales de fútbol, desde su eliminación en primera ronda de Corea y Japón 2002. Resultados que prácticamente estarían listos para tener un tiquete de regreso a la Argentina. Sin embargo, un resultado les dio un respiro o un salvavidas en ese basto mar de lágrimas, para poder clasificar a octavos de final. Con la derrota de Islandia ante Nigeria, da una posibilidad para que el equipo de Messi (como bien lo menciona la hinchada), pueda seguir soñando con la posibilidad de alzar la copa mundial.
Siendo estos análisis importantes para una selección tan grande, se debe plantear una nueva táctica de juego en donde las estrellas del fútbol puedan jugar con tranquilidad, sin el martirio de tener que ganar, sin jugar con el alma por un sueño. Replantear un esquema sin depender de la suerte en el fútbol, con las virtudes de todos y cada uno de los integrantes del equipo. Una selección que no dependa de la parte emocional de un solo jugador sino la parte anímica de todos sus compatriotas, sin necesidad de atacar a sus mismos hermanos, puedan sacar los mejores resultados ante todos los equipos del mundial, sin ninguna excepción. La selección albiceleste todavía tiene chances de llegar lejos y que este sea después de mucho tiempo “El mundial de los argentinos”.
