Se cansa uno de estos faros morales. ¿Quién los nombró? Petro es ungido por una fanaticada de mamertos presidente de la república sin haber ganado las elecciones. Entonces todo lo que haga él tiene más validez que Duque que fue el que ganó. Perdió las elecciones y le salimos a deber. ¿De verdad ellos son la voz del pueblo? Son pueblo solo para pedir, como si fueran limosneros pues. En lo particular no los soporto, ni a él ni a Bolívar, el falsario cuya máscara cayó justo cuando se le empezaban a ver los hilos de la marioneta comunista que es.
Dicen ser los impolutos, los únicos que están capacitados para combatir la corrupción. Basta de mentiras, cretinos. No puede ser que hablen ahora y la monten de perseguidos cuando lo único que tienen que hacer es pagar la deuda que tienen además con uno de sus mejores amigos y seguidores más fieles. 200 millones de pesos, Dios!, ni palabra tienen. ¿Cómo será cuando lleguen al poder? ¿Serán como aves de presa?
Ya hasta el mismo Bolívar, el atarbán que acaba de referirse a la alcaldesa con los más rastreos calificativos, insinuó que detrás del ataque de Bruno Díaz podría estar Maria José Pizarro. Uribe no tiene otra que hacer para esperar que el petrismo se caiga que ponerse cómodo y presenciar como ese castillo de naipes se va pal piso. Ni un solo dedo debe mover de más y si no comete errores sabrán que los petristas no necesitan de otra cosa más que dejarlos solos para que se autodestruyan.
Y tener que escuchar a Petro que dizque los están persiguiendo. ¡Cínicos!, lo que deben hacer es pagar e intentar ser lo que ellos venden, la policía de la moral anticorrupción. Queda poco menos de un año para las presidenciales de 2022 y la ventaja que parecían tener se ha deshecho. Con razón Uribe gana siempre, si sus rivales son expertos en dispararse en el oído.