Los acontecimientos recientes que se han vivido en algunas ciudades del país han sido caracterizados por violencia en todo sentido, de hecho, pareciera ser que en esas ciudades la comunicación se ha dado por medio del uso indiscriminado de la fuerza, por un lado, la oposición reclama que existe una represión feroz por parte de la fuerza pública, por el otro lado, el lado oficialista, se arguye que todo obedece a un deber constitucional de mantener el orden público frente a protestas que no son pacíficas y que atentan contra el orden público.
Es difícil saber quién tiene la razón, cuando las imágenes que nos llegan a los que vivimos fuera son imágenes terroríficas. Mientras seguimos en ese debate, hay personas que no están en ninguno de los dos bandos, ni el opositor ni el oficialista, o si lo están, quieren y desean continuar con la vida de manera normal, ir a sus trabajos, llevar a sus hijos a la escuela, ir a la universidad, en fin. Estos reclaman que las famosas guarimbas (un tipo de barricadas) no le permiten llevar la vida con la normalidad que les gustaría, como en otras ciudades y municipios del país donde la polarización no ha llegado o son de mayoría oficialistas.
La idea con este breve escrito no es para nada ir en busca de culpables, de eso que se encargue la historia misma, la idea es hacer un recorrido breve por algunos aciertos de la llamada Revolución Bolivariana, aciertos de los que la misma Revolución no se jacta ni hace promoción con ello, pero que existen según la Organización de Naciones Unidas (todos sabemos la injerencia política que tiene los Estados Unidos sobre este organismo) sin embargo aparecen unas cifras interesantes que vale la pena recordar, repasar, conocer y quizá reconocer, porque en el gobierno de Chávez y el de Nicolás no todo ha podido ser malo como las trasnacionales de comunicación nos quieren hacer ver, por ejemplo:
“El índice de desarrollo humano (IDH) de Venezuela en 2015 fue de 0.767 –lo que colocó al país en la categoría de alto desarrollo humano–, posicionándolo en el puesto 71º de entre 188 países y territorios. Tal clasificación es compartida con Turquía. De 1990 a 2015, el IDH de Venezuela aumentó de 0.634 a 0.767, un aumento de 20.9 por ciento. Entre 1990 y 2015, la esperanza de vida al nacer aumentó a 4.6 años, el período medio de escolaridad ascendió a 4.8 años y los años de escolaridad media general aumentaron 3.8 años. El rendimiento nacional bruto (RNB) per cápita aumentó cerca de 5.4 por ciento entre 1990 y 2015.
Hay una alta probabilidad de que estos datos no sean reconocidos por la gran mayoría de quienes leen este escrito, porque justamente, como inicié diciendo, hay una crisis y nos llegan imágenes terroríficas y espeluznantes por medio de los medios masivos de comunicación y también por medio de redes sociales.
En materia de educación Venezuela ha dado algunos avances significativos, por ejemplo, en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reconoció los logros que ha tenido la República Bolivariana de Venezuela en materia educativa durante los últimos años, hecho constatado en la declaración del país como territorio libre de analfabetismo y el trabajo post-alfabetización.
En materia de educación superior en un informe realizado en 2009 por el Instituto de Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indica que Venezuela figura como el segundo país con mayor matrícula de educación universitaria en América Latina, producto de la creación y fortalecimiento de nuevas instituciones de educación superior, Venezuela ocupa el quinto puesto a nivel mundial en la misma investigación de la misma Unesco. En esta medición, Cuba se sitúa nuevamente en el primer escaño con 109%, luego la República de Corea (95%), Finlandia (94%) y Grecia (91%). En Venezuela, durante el período 1999-2009 los inscritos en el subsistema de educación universitaria incrementaron 193%.
Las cifras mencionadas anteriormente sucumben ante la oleada de imágenes que nos llegan a las redes sociales, sin importar incluso, que algunas sean falsas.
Petróleo, la otra puja que está presente, latente y que quizás sea la raíz de todos los males en Venezuela. Mientras Venezuela sea esa potencia petrolífera, con una cantidad estrepitosa de 298.350 millones de barriles de reserva probadas hasta 2015 (Se consideran "reservas probadas" a las que es posible extraer de manera rentable con la tecnología actual, teniendo en cuenta el precio del petróleo en 2013. Estas estimaciones se realizan a partir de análisis geológicos y de ingeniería, por lo que las cantidades fijadas gozan de un alto grado de confianza) que todos conocen, raramente tendrá el chance de recomponer de manera democrática los errores cometidos por el joven gobierno de Nicolás Maduro, para nadie es un secreto que el gobierno americano, presionado por la necesidad del crudo y por las grandes trasnacionales, que antes tenían acceso al oro negro y a las ganancias de este, están involucrados en la violencia que se vive en Venezuela. Acaso se nos olvida que esta fue la razón de la invasión descarada en Libia, de la de Iraq y Oriente Medio, ni que decir de la manera desvergonzada que orquestaron el golpe de estado contra Dilma en Brasil, y donde el petróleo era soberano y todo con la bendición de los americanos que insisten en ver a América Latina como el patio trasero de ellos, donde nuestros recursos naturales le pertenecen a ellos, nuestras materias primas pertenecen a ellos, en otras palabras, el famoso consenso de Washington sigue en pie, y es que lo que está en juego es el dominio de esas reservas de petróleo.
Venezuela merece una salida pacífica a este momento de nuestra historia, y esa debe ser la exigencia de todos los sectores sociales involucrados, pero es muy difícil que esta se pueda dar, mientras los intereses, las ganancias abismales y los deseos insaciables de poder de los poderosos de este mundo, tengan la injerencia que están teniendo frente a un gobierno que ha sido elegido de manera democrática, con un estrecho margen, como fue elegido PPK en Perú frente a Keiko, como fue elegido Macri en Argentina frente el entonces oficialista Scioli o Moreno quien ganó a Lasso en Ecuador recientemente, márgenes estrechos no fueron sinónimo de fraude, sino un fenómeno electoral en la región, esos márgenes estrechos no les quitan legitimidad a los elegidos por el constituyente primario.
Nota 1: Era falso que no buscaríamos culpables o responsables en este escrito, y aunque no aparezca reflejada la responsabilidad del Gobierno en el escrito, sabemos implícitamente que tiene responsabilidad política en todo lo que se vive hoy.
Nota 2: Estamos ad portas de una nueva Constituyente, hasta que esta no se de, no la juzgue, ni se deje infundir mentiras.
En palabras de Gustavo Petro Urrego "Maduro está ante un reto: tiene un control plenipotenciario a través de la Asamblea Constituyente. Ahí vamos a saber qué es él, si Maduro usa ese poder para doblegar, violando los derechos de las minorías políticas o de la oposición, se convierte automáticamente en un dictador y en un tirano, pero si usa ese poder en función de preservar el diálogo, reintegrar los derechos de la oposición y construir una especie de agenda común que saque a Venezuela de la crisis de la economía petrolera, pues indudablemente tendrá un papel en la historia".