No se llamen a engaños, que los resultados los confundan. No somos potencia sudamericana. Una pena, teniendo en cuenta lo devaluado que está el fútbol en esta parte del continente. Miren nada mas nuestra Liga, el nivel de la Liga. Que un equipo como el Tolima gane un titulo hay que tener un nivel realmente pobre. Y es así, el nivel no puede ser más paupérrimo. En Copa Libertadores y en Sudamericana nadie saca la cara. No hay nada, no existimos.
Y lo peor es que nos dejamos tramar por los periodistas y siempre creemos lo mismo: que este equipo es mucho más de lo que es, por eso le exigimos más al técnico de lo que deberíamos. En el afán de vendernos de que somos la panacea nos hicieron creer que el Atalanta de Duvan y Muriel, un equipo eliminado en octavos de final por el peor Real Madrid de los últimos años, era el Manchester City, que el Everton iba a ganar la Premiere y que el fútbol mexicano y el argentino eran de élite mundial. Pilas, sólo tenemos a un jugador en la élite del fútbol, Juan Guillermo Cuadrado, y ya tiene 33 años. James no es de la élite, James divide.
Con el cucuteño recibimos, en dos partidos, nueve goles, seis de ellos en Quito, vapuleados por Ecuador.
Sabemos que la inmediatez es lo que impera en esta era de redes sociales, no hay procesos y se le pide a Rueda, en su quinto partido, tenga ya el equipo completamente acoplado. Paciencia por favor. Estamos en el mismo nivel que Chile, Uruguay, Paraguay y, cuando Perú de Gareca se conecta, puede lograr hazañas como la que consiguió en la última Copa América, a disputar el titulo con Brasil. No pasa nada, vamos a clasificar a la otra ronda por las bondades de un torneo que premia la mediocridad. Es que pasan 4 de 5, infame, ¿no?
Así se desdiga Juan Guillermo Cuadrado, la pulla del equipo si fue contra James a quien no lo quieren. Contra Brasil Colombia va a jugar con la sangre en el ojo, como tantos otros equipos chicos cuando se enfrenta a grandes y le dará la pelea pero mucho cuidado, eso no le quita que cuando vuelva a enfrentarse con un equipo chico pase problemas o pierda como suele suceder siempre a equipos como Colombia, pobres, sin jerarquía.
Con o sin James seguiremos en la lona. Toca seguir en lo nuestro, considerar que es una hazaña lo que para los equipos grandes es una obligación: clasificar a un mundial
