Si usted es de los que cree que un banco le está haciendo un favor al diferirle una compra automáticamente a 24 o 36 cuotas, está cayendo en un grave error. Aprovechándose de la pobre cultura financiera de la población, los establecimientos bancarios en Colombia han hecho un jugoso negocio con plazos de pago demasiado largos.
Cualquiera con nociones básicas de finanzas sabe que si una compra o un avance en efectivo se difiere a un número exagerado de cuotas, sean 24 o 36, el costo real de esa transacción es elevadísimo. ¿Por qué? Expliquémoslo con peras y manzanas:
El principio básico del valor del dinero en el tiempo establece que cualquier cantidad de dinero hoy en día (valor presente) vale más que esa misma cantidad en el futuro (valor futuro). Y eso, los bancos lo saben bien. Pongamos un ejemplo. Si usted realiza una compra de $ 100.000 y la difiere a seis cuotas a una tasa de interés mensual de 2,5% (es decir, anual nominal de 30% dividido entre 12), con módicas cuotas mensuales de $ 18.200, en realidad terminará pagando $ 116.000, algo sensato.
Pero si esos mismos $ 100.000 los difiere a 24 cuotas mensuales a la misma tasa de interés (aparentemente cómodas de $ 5.600), terminará pagando $ 181.000. Y si los difiere a 36 cuotas mensuales (aparentemente inofensivas de $ 4.250) terminará pagando el equivalente a $ 243.000, mucho más del doble del monto original. Por eso hay tantas personas que se la pasan pagando sus tarjetas y nunca terminan de salir de sus deudas.
La fórmula básica para estos cálculos es muy sencilla: VF = VP (1+i)n . Acá VF representa valor futuro; VP, valor presente; i, interés (en decimales); n (exponencial), número de periodos de liquidación de intereses.
Si uno planea adquirir un carro o un apartamento, hay planes a tasas de interés y plazos más razonables. Diferir compras tan onerosas a 5 años en el caso de un carro, o a 10 años en el caso de un apartamento, es comprensible. Pero diferir compras con tarjeta relativamente pequeñas a 24 o 36 cuotas es una insensatez. Plazos de entre 2, 4, 6 o 12 meses, dependiendo del monto, pueden ser más que suficientes. De lo contrario, terminará regalando su dinero a los bancos, que, aprovechándose de su falta de cultura financiera, se seguirán enriqueciendo a costa de su bolsillo.
En otros países, lo más común es que todas las compras se difieran a una, dos, cuatro o seis cuotas a lo mucho y si usted necesita plazos más largos, así lo solicite al banco. En Colombia, por el contrario, ante la negligencia de las autoridades, es muy común que, por ejemplo, compras internacionales o avances en efectivo se difieran automáticamente a 24 o 36 cuotas, a menos que usted llame después y solicite que le reduzcan el número de cuotas. No caiga pues en la trampa de las muchas cuotas “chiquiticas”, porque a la larga, le saldrán muy caras a su bolsillo.