Aunque muchos me van a decir que soy un “retrógrado”, voy a dar mis argumentos de por qué no estoy de acuerdo con la adopción de niños por parejas del mismo sexo. En esta ocasión no voy a usar la Biblia, ya que muchos no la adoptan como mandato, voy a utilizar la Constitución y la razón, nada más.
Bien sabemos que todos somos iguales ante el Estado y la Ley, tenemos la misma protección, derechos y deberes, al igual libertad de conciencia, pensamiento, culto y hasta de orientación sexual (por Sentencias de la Corte Constitucional). Por lo tanto, creo que cada cual es libre de tomar sus propias decisiones en su vida, sin que nadie intervenga, siempre y cuando no atente contra la libertad del otro. Además, el Estado debe velar por los derechos de las minorías, soy consciente de que las mayorías no pueden decidir por las minorías.
El artículo 44° de la Constitución Política establece que los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás, quiere decir que primero están los niños y su bienestar. También, el artículo 42° plantea que “la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer…”, quiere decir que la familia como núcleo fundamental de la sociedad está constituida por un hombre y una mujer, pero esto a la práctica casi no se cumple, comenzando porque el 65% de los hogares colombianos no están constituidos por esa “familia ideal” entre un hombre y una mujer. O sea, no tengo en problema en que divorciados, viudas, solteros, y demás, adopten.
Hay que entender que hay más 5.000 niños esperando ser adoptados en el Bienestar Familiar, que como lo reveló Vicky Dávila lo que ellos más piden es tener un hogar, pero no podemos tampoco por la desesperación de buscar rápidamente adoptantes, entregar estos niños a las personas menos indicadas (no tiene que ser exclusivamente homosexuales).
Bueno iré al punto de por qué no estoy de acuerdo de que los homosexuales adopten. La sociedad colombiana no acepta en su mayoría ni la adopción (el 85%), ni a los homosexuales, hay algunos que hasta los condenarían a muerte, con lo cual yo no estoy de acuerdo, rechazo todo tipo de discriminación. Pero hay que ver que primero está el bienestar de los niños ante cualquier pretensión de un adulto. Segundo, que ya no estamos hablando solo de los homosexuales, sino de los niños. Tercero, en una sociedad tan discriminatoria hacia los homosexuales como Colombia, y me disculpa, sería una infamia condenar a los niños a ser homosexuales (si la educación por parejas del mismo sexo influyen en ello) a ser discriminados toda la vida. Ahí va en parte mi rechazo a eso, a que condenemos a los niños a ser discriminados por toda su vida, ya si Colombia no fuera tan discriminatoria hacia esta comunidad por mí no hubiera problema alguno.
Ahora ustedes dirán que no hay estudios científicos y psicológicos que comprueben que afecta este tipo de formación en los niños, pues les digo que tampoco hay estudios que digan que no afecta en nada. Claro está que vemos algunos ejemplos de personas criadas por homosexuales y no se han vuelto gay, pero aún así la comunidad científica no se pronuncia frente al tema, porque todavía no está bien despejado el panorama.
Ahora viene otro debate, ¿los homosexuales nacen o después se vuelven así? La verdad no soy nadie para contestar interrogante, pero les hago la invitación para que reflexionen estas dos preguntas: ¿usted cree que si ser homosexual fuera una decisión alguien decidiría serlo a sabiendas de que no recibiría más que discriminación de la sociedad? o lo contrario ¿cree usted que se nace siendo hombre o mujer y que con el tiempo es que afirma estas posturas?
Nosotros al permitir la adopción estaríamos arriesgando a esos miles de niños que necesitan ser adoptados, a que la educación y formación que después reciban influyan en sus vidas y sería catastrófico para una sociedad tan discriminatoria. Otros dirán que al no permitirles la adopción les estaríamos discriminando y en parte tienen razón, pero para mí primero están los niños, porque así lo planteó la Constitución de 1991.
Yo sugiero que no nos adelantemos con la adopción, esperemos a que la comunidad científica se pronuncie respecto a este tema tan polémico. Mientras tanto invito a los colombianos a que adopten, a que tengamos conciencia y un poquito de amor por nuestro país.